La Corte Suprema de Brasil (STF) rechazó el jueves tres apelaciones para evitar que el torneo de fútbol de la Copa Americana se lleve a cabo como estaba previsto debido a la cantidad de infecciones por covid-19 en el país.
La sentencia contó con el voto de los primeros seis de los once jueces en emitir su opinión, quedando así los cinco restantes como puros tecnicismos, aunque al final diez de los once miembros del máximo tribunal votaron a favor, rechazando una medida cautelar presentada por el opositor Partido de los Trabajadores y el Partido Socialista Brasileño.
Los demandantes habían denunciado que el descontrol de la crisis sanitaria en un país que ya tiene casi 480.000 muertos y está al borde de una nueva ola pandémica era argumento suficiente para impedir la realización del campeonato, que reunirá a diez selecciones nacionales.
Sin embargo, el tribunal exigió que se implementaran protocolos de seguridad, a lo que la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) respondió que tales instrumentos ya se estaban utilizando en las competiciones locales de fútbol brasileño.
La jueza Carmen Lucía Antunes había anticipado que los gobernadores y alcaldes tenían el poder de suspender o permitir las actividades en sus territorios, ya sean económicas, sociales e incluso deportivas. Antunes dijo que depende de ellos definir, hacer cumplir y controlar los protocolos para que no haya copavirus.
También señaló que las autoridades locales, si fuera el caso, podrían ser responsabilizadas en el futuro por sus decisiones administrativas y las consecuencias que eventualmente generen. Tal jurisprudencia ha sido criticada en varias ocasiones por el presidente brasileño Jair Bolsonaro, quien dijo que gobernadores y alcaldes han “destruido empleos” al suspender actividades económicas para contener el covid-19.
Irónicamente, es el mismo principio por el cual ahora se permitió que la Copa América continuara, algo que Bolsonaro no dudó en aceptar una vez que Argentina y Colombia se bajaron como organizadores, a pesar de las fuertes críticas de opositores políticos, expertos en salud e incluso algunos jugadores.
Estamos en contra de la organización de la Copa América, pero nunca diremos que no a la selección brasileña, dijeron varios jugadores a los medios.
El evento deportivo trajo además un cambio en las estrategias de marketing de la cervecera Ambev y Mastercard. A esto se sumó el anuncio de la firma Diageo, dueña de marcas como Johnnie Walker, Smirnoff y Tanqueray, que se adhirió a la política de las demás empresas y se abstendrán de promocionar sus productos en este torneo.
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La Copa América comenzará el domingo en Brasilia con el partido entre los anfitriones Brasil y Venezuela.