El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, anunció el jueves el fin del uso obligatorio de máscaras faciales como medida de protección contra el coronavirus para las personas que han sido vacunadas o que ya se han recuperado del Covid-19.
Bolsonaro tomó su decisión a pesar del mandato de la Corte Suprema (STF) de que se observen protocolos especiales durante la próxima Copa América, que arranca en Brasilia el próximo domingo. El mandatario también anunció que el ministro de Salud, Marcelo Queiroga, será el encargado de dar los detalles finales sobre cómo se implementará la medida.
La postura antimáscara de Bolsonaro no es nueva. Según su visión, la máscara debería ser obligatoria solo para personas infectadas con la enfermedad. En julio de 2020, durante una de las fases críticas de la pandemia, vetó un artículo de una ley que exigía el uso de máscaras en espacios públicos. Y en mayo de este año fue multado por reunir a una multitud sin máscara en el estado de Maranhao.
El gobernador de San Pablo, Joao Doria, ya advirtió que multaría a Bolsonaro en caso de que participe en eventos públicos sin la máscara que es obligatoria en ese estado.
Bolsonaro está acusado de ser un negacionista de la crisis del coronavirus y un Comité Parlamentario (CPI) está investigando su manejo de la pandemia, dicen algunos con el objetivo de avanzar en su juicio político.
El senador Humberto Costa, médico y miembro del CPI, advirtió que el país “probablemente” atravesará una nueva ola de covid-19 una vez que comience la Copa América el próximo domingo en el Estadio Mané Garrincha de Brasilia.
Horas antes de la votación del STF a favor del campeonato, el mandatario acusó a los medios de comunicación por la forma en que tratan su política de Salud Pública, especialmente por haber retrasado la compra de vacunas.
La prensa me está atacando, diciendo que ignoré 70 correos electrónicos sobre la compra de vacunas. Nombren solo un país en el mundo que compró vacunas el año pasado. Solo uno ... pero siguen diciendo que Bolsonaro ignoró 68 correos electrónicos, parece un broma, afirmó.
Según varios informes de prensa, el gobierno no respondió a decenas de correos electrónicos enviados por el laboratorio Pfizer y el Instituto Butantan, que fabrica inmunizadores Coronavac, proponiendo la venta de vacunas en 2020. Se informó que el laboratorio Pfizer también se acercó a la Embajada de Brasil en Washington. pero en vano, antes de que el gobierno firmara el primer contrato para la compra de 100 millones de vacunas Pfizer en marzo de este año, tras lo cual se llegó a un segundo acuerdo por otros 100 millones de unidades, de las cuales 8 millones ya llegaron a Brasil.