El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha auditado la economía de Uruguay y estuvo lleno de palabras de elogio para el país sudamericano, se informó el miércoles.
Este tipo de misiones de revisión se llevan a cabo una vez al año, independientemente de que un país haya obtenido préstamos del FMI o no. Uruguay canceló su deuda con la organización en 2006.
El FMI destacó que Uruguay “disfruta de una democracia madura, instituciones sólidas, buen gobierno y un alto grado de cohesión social”, además de un “alto ingreso per cápita y tasas relativamente bajas de pobreza, desigualdad e informalidad”.
Pero, por otro lado, ha advertido que “después de una década de vigoroso crecimiento impulsado por el auge de los precios de las materias primas que terminó en 2014-15, las finanzas públicas se debilitaron y el crecimiento se tornó anémico en los años previos a la pandemia, con una creciente evidencia de carencia de dinamismo en el mercado laboral, escasa inversión y preocupación por la competitividad de la economía”.
El relevamiento del FMI se dio a conocer luego de reuniones virtuales entre el 18 y el 24 de mayo de este mes.
Según el informe del FMI, “en una región caracterizada por una inestabilidad financiera y social recurrente, se destaca la estabilidad de la economía uruguaya, que se sustenta en la solidez de su sector financiero, un saludable nivel de reservas internacionales y su grado de inversión soberana.
La misión señaló que la respuesta política a la pandemia hizo un uso adecuado del espacio político disponible, teniendo también en cuenta los objetivos a mediano plazo.
El gobierno centró sus esfuerzos en mitigar los efectos económicos y sociales de la pandemia y promover reformas para abordar los desequilibrios macroeconómicos preexistentes y estimular el crecimiento potencial, agrega el informe.
Gracias a la gestión eficaz de la crisis sanitaria, el virus tuvo una baja incidencia durante buena parte de 2020, haciendo evitables los confinamientos generalizados y limitando el impacto en la actividad económica, elogió la agencia.
El Fondo dijo que si bien la situación se ha deteriorado notablemente en los últimos meses, el rápido avance del programa de vacunación es encomiable y permitirá una pronta reapertura de la economía.
Según el organismo, la política fiscal estuvo adecuadamente enfocada en apoyar la economía y proteger a los más vulnerables, garantizando al mismo tiempo la sostenibilidad fiscal en el mediano plazo, en un contexto de espacio fiscal limitado.
Como había mencionado en ocasiones anteriores, el FMI destacó que “los sólidos sistemas de protección social y de salud existentes, combinados con la baja incidencia del virus al inicio de la crisis, limitaron la demanda de los recursos necesarios para abordar la crisis sanitaria - especialmente en comparación con otros países de la región, gracias a lo cual el gobierno pudo concentrar sus esfuerzos fiscales en preservar el empleo, mantener a flote a las empresas y apoyar a los grupos vulnerables”.
El FMI agregó que la administración de gastos a través del Fondo Coronavirus promovió la transparencia fiscal y ayudó a aclarar el carácter transitorio de la relajación fiscal.
En opinión de la agencia, la relajación temporal de las regulaciones financieras (especialmente la extensión de los pagos de los préstamos bancarios), la extensión de las garantías crediticias para las pymes y las líneas de crédito directas a las empresas afectadas por la pandemia, proporcionaron el alivio necesario para las empresas y los hogares.
“Las tasas reales negativas de política monetaria, respaldadas por la política prospectiva, brindaron un apoyo adecuado a la economía, mientras que las reformas del marco de política monetaria dieron una señal de renovado compromiso con el objetivo de reducir la inflación. una vez que la economía se recupere firmemente , agregó el FMI.
Respecto a la crisis del coronavirus, el FMI escribió que aunque los casos de covid siguen siendo altos, se espera que la recuperación se acelere en la segunda parte de 2021, impulsada por condiciones externas favorables y la rápida campaña de vacunación ya que se espera que la actividad se acelere en el segundo semestre de este año -muestra un crecimiento cercano al 3% para el año- con la reapertura de la economía, aunque la precaria situación de salud en los países vecinos sigue siendo un obstáculo, especialmente para los sectores relacionados con el turismo”, señala el informe.
El equipo de revisión también señaló que los riesgos fiscales a corto plazo son limitados gracias a la gestión eficiente de la deuda en las últimas dos décadas -que ha hecho que el plazo y la estructura monetaria de la deuda sean más resistentes- y a unas reservas de liquidez saludables.
Pero el FMI también advirtió que “aunque la recuperación está en marcha, lograr un mayor crecimiento, especialmente si no se mantienen términos de intercambio favorables, requerirá abordar las debilidades estructurales preexistentes. Puede ser necesario priorizar reformas que mitiguen las 'cicatrices' dejadas por la crisis del covid-19 y apoyen la reasignación de recursos.
La misión del FMI concluyó que “apoya la prudente gestión macroeconómica desplegada por las autoridades en el último año y el progresos en su programa de reforma. El consenso político general en torno a las reformas necesarias es alentador, aunque los desafíos que enfrenta Uruguay son de larga data y se han visto amplificados por la pandemia”.
El FMI también elogió las mejoras en el marco de la política monetaria. El informe agregó que “son bienvenidas las reformas recientes, entre ellas la reafirmación de la prioridad de la inflación sobre otros objetivos, la re-adopción de la tasa de interés como principal instrumento de política, la recalibración del rango meta de inflación, mejoras en la transparencia y esfuerzos para fortalecer la estrategia de comunicación del Banco Central”.
El FMI destacó la estrategia de desdolarización, pero dijo que depende principalmente de lograr una inflación baja y estable y sugirió que la política fiscal debe seguir apoyando la recuperación y, al mismo tiempo, completar las bases para una consolidación duradera. a medio plazo .
La agencia financiera internacional advirtió asimismo que a medida que la economía se reabra y la actividad se recupere, el apoyo fiscal debería reemplazar las políticas para preservar el empleo y mantener a las empresas a flote con medidas que estimulen la demanda y la creación de empleo”.
“En particular, las políticas que facilitan la readaptación laboral, incentivan la contratación y la capacitación en el trabajo y alinean mejor los salarios con la productividad, apoyarían la recuperación, respaldarían el empleo y sentarían las bases para un crecimiento saludable y eficiente...”, agregó el FMI.
El Fondo advirtió, por otora parte, que “proteger a los grupos vulnerables será clave para la recuperación y el éxito del programa de reforma. Uruguay se encuentra en una mejor situación que otros países similares, pero el deterioro de las condiciones sociales debido a la pandemia y los problemas preexistentes de empleo juvenil y pobreza infantil podrían erosionar gradualmente la cohesión social”.
Y recomendó que “promover el crecimiento salvaguardando los programas de protección social y manteniendo un nivel adecuado de beneficios sociales - equilibrando la cobertura y los incentivos al trabajo - asegurará que los beneficios de un mayor crecimiento se distribuyan equitativamente y que la reforma del programa sea exitosa”.
El organismo internacional señaló además que “ante la debilidad de las finanzas públicas, también será fundamental delinear claramente la manera de recuperar la sostenibilidad fiscal y reconstruir el margen de maniobra en la política fiscal, especialmente en vista de preservar el grado de inversión y el acceso a mercados en condiciones favorables . La consolidación prevista por las autoridades parece alcanzable, aunque requiere medidas concretas y la plena implementación de la regla fiscal”.