El Gobierno de Uruguay decidió el miércoles que los viajeros con ambas dosis de cualquier vacuna anticovid y una prueba de PCR negativa no tendrán que someterse a una cuarentena obligatoria al ingresar al país.
Sin embargo, el plan de vacunación debe haberse completado al menos 15 días antes de la llegada para que el proceso de inmunización surta efecto, se explicó.
Además, la prueba de PCR negativa para coronavirus debe haberse realizado hasta 72 horas antes del inicio del viaje y se requerirá una declaración jurada de ausencia de síntomas y contacto con casos confirmados o sospechosos de covid-19.
Se mantendrán en vigor los controles de fiebre en el punto de entrada y el uso de mascarilla cuando se encuentre a menos de dos metros de otra persona.
La administración del presidente Luis Lacalle Pou está tomando medidas para un regreso gradual a las actividades de un modo lo más similar posible a la época anterior a la pandemia.
A partir del lunes 24 de mayo, los gimnasios y las tiendas libres de impuestos (free shops) en zonas fronterizas, que han estado cerrados desde el 23 de marzo como parte de las restricciones contra el aumento de las infecciones por covid-19, pueden reabrir, bajo estrictos protocolos, una decisión que obedece a la presión constante de los comerciantes afectados.
Respecto al regreso a la escolaridad presencial, Lacalle Pou dijo que “una cosa es el regreso de los niños a clase y otra es lo que se genera alrededor cuando los padres van a buscarlos. Hay que intentar que los problemas que puede ocasionar el regreso a clases no ocurran allí”.
Técnicamente, las fronteras de Uruguay no se reabrirán del todo y solo podrán ingresar al país los ciudadanos uruguayos, los extranjeros residentes y personas exceptuadas mediante algún otro régimen.
Datos oficiales del Sistema Nacional de Emergencias (Sinae) de Uruguay arrojaron que había 27.870 infectados, 498 de ellos en centros de cuidados intensivos. El total de casos desde marzo del año pasado es de 246.026 y las muertes han llegado a 3.578.