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Poteras ingresan a Puerto Deseado con tripulaciones enfermas de covid-19, incluido un marinero muerto

Lunes, 10 de mayo de 2021 - 09:23 UTC
El ingeniero jefe del Xin Shi Ji 89 con bandera argentina murió de covid-19. El ingeniero jefe del Xin Shi Ji 89 con bandera argentina murió de covid-19.
Playa de Sartaxens en Montevideo Playa de Sartaxens en Montevideo

La Prefectura Naval Argentina está custodiando dos pesqueros en Puerto Deseado, en la provincia de Santa Cruz, ante la surgimiento de casos de covid-19 entre las tripulaciones, por los cuales ya murió un marinero y varios más están en observación.

Manuel Quiquente, de 68 años, maquinista en jefe del pesquero de bandera argentina Xin Shi Ji 89 había fallecido como consecuencia de la pandemia y su cuerpo fue llevado a tierra en Puerto Deseado. Se ha informado que ha ocurrido un brote similar a bordo del Anabella M.

Quiquente falleció luego de presentar los primeros síntomas de lo que parecía ser el covid-19 y lo cual fue corroborado póstumamente mediante un test rápido aunque la autopsia está pendiente. Dado que su muerte tuvo lugar en el mar, cayó bajo la jurisdicción de las autoridades federales, no locales. Seis de los colegas de Quiquente también dieron positivo por coronavirus.

Las autoridades locales ahora temen que los brotes de covid-19 a bordo de jiggers puedan provocar un colapso del sistema de salud santacruceño. El sábado se habían detectado 37 casos positivos en Puerto Deseado (33 marineros y cuatro locales), con 12 personas ya dadas de alta mientras que otras cinco permanecían hospitalizadas y una de ellas incluso falleció.

En el caso del Anabella M, 40 de los 56 tripulantes dieron positivo por coronavirus luego de que el barco atracara en Puerto Deseado con varios marineros con síntomas de la enfermedad.

Los sindicatos de pescadores habían exigido que sus trabajadores debían vacunarse siguiendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en cuanto a que las tripulaciones aéreas y los marineros eran “esenciales” y deberían incluirse entre los grupos prioritarios. La abogada Lorena Arias dijo que 45 países ya han seguido estos lineamientos, pero Argentina no fue uno de ellos “porque no se consideran esenciales”. Advirtió que las condiciones en las que se realiza la pesca “hacen que no se puedan garantizar las mínimas medidas de higiene y una adecuada atención médica”.

Mientras tanto, el Centro de Capitanes y Oficiales de la Marina Mercante Argentina se sumó al reclamo. En su opinión, los trabajadores marítimos “constituyen el único grupo que asume un riesgo adicional porque, en muchos casos, si ocurre un contagio, podrían pasar varios días antes de que los afectados puedan acceder a la atención médica, debido a la posición del barco y las condiciones climáticas”.

En un episodio similar, un contramaestre español de 51 años identificado como a P. J. también murió en Montevideo de Covid-19. Había servido durante los últimos 25 años en el Playa de Sartaxens donde el Sars-Cov-2 se apoderó de la tripulación. P.J. había sido hospitalizado en Montevideo una quincena atrás después de que su estado empeorara.

Su muerte provocó en gran medida la misma exigencia que siguió a los casos de Puerto Deseado: que se vacunara a los marineros. El subdirector de la Cooperativa de Armadores, Edelmiro Ulloa, insistió: “Es urgente que se vacune a las tripulaciones; lo hemos estado pidiendo desde diciembre y parece que el Ministro de Salud no lo entiende”.