La Comisión de Investigación Parlamentaria (CPI) que investiga el manejo del presidente Jair Bolsonaro de la pandemia de coronavirus se reunió el jueves por primera vez cuando Brasil superó la barrera de las 400.000 víctimas fatales.
Los senadores Omar Aziz y Renan Calheiros presidieron los encuentros donde se decidió convocar al ex ministro de Salud, general Eduardo Pazuello para el próximo miércoles y al doctor Marcelo Queiroga, quien lo reemplazó en marzo, para el próximo jueves, junto con el Director de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa), Almirante Antonio Barra Torres.
Según trascendió, Bolsonaro ha calificado estas sesiones como un Carnaval fuera de temporada. Sus aliados, según se supo, se centrarán en cómo se gestionó la pandemia en los 27 estados de la Unión y en los 5.600 municipios de todo el país, mientras que la oposición prefiere concentrarse en la política nacional de salud, la posición del presidente frente a la vacunación, así como el aislamiento social y la comunicación referida a la dolencia, que incluye las fake news difundidas por youtubers e influencers vinculados al partido de gobierno.
Desde el inicio de la pandemia, Bolsonaro ha nombrado ministros de salud, pero quien tuvo la actuación más polémica fue Pazuello, quien se alineó en todas las posiciones con Bolsonaro frente a la pandemia Covid-19: como recomendar la hidroxicloroquina, una fármaco diseñado para la malaria, el no apoyo del distanciamiento social y el aplazamiento en la compra de vacunas.
Bolsonaro también fue atacado el jueves por el Parlamento Europeo por sus acciones contra el covid-19. Por acción u omisión, la necropolítica de Bolsonaro constituye un crimen de lesa humanidad que debe ser investigado, dijo el eurodiputado español Miguel Urbán. Otro eurodiputado español, Jordi Solé, advirtió que la gestión de la crisis sanitaria podría convertir al país en una incubadora de nuevas cepas del coronavirus SARS-CoV-2, causante del Covid-19.
La eurodiputada portuguesa Isabel Santos consideró que la situación en Brasil es más difícil debido al negacionismo irracional de Bolsonaro, a quien acusó de ”hacer todo para que la población no se vacune (...) No es un error, sino una deliberada irresponsabilidad , subrayó. Paulo Rangel, también de Portugal, cree que el impacto de la pandemia se vio agravado por errores políticos y puntos de vista negacionistas, como es el caso de Brasil”.