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Oficiales argentinos procesados por torturar a sus propias tropas durante la guerra de 1982

Viernes, 9 de abril de 2021 - 10:49 UTC
Los acusados deberán responder por 18 actos de tortura contra soldados que se quejaron por la falta de alimentos Los acusados deberán responder por 18 actos de tortura contra soldados que se quejaron por la falta de alimentos

La Cámara Federal de Apelaciones de Comodoro Rivadavia confirmó este jueves en votación 2-1 el procesamiento de los ex oficiales argentinos Eduardo Gassino, Gustavo Calderini y Miguel Ángel Garde por “imposición de tormentos” a soldados bajo su mando durante la guerra de 1982 con el Reino Unido por las Islas Falkland.

Este tipo de delito se considera un “crimen de lesa humanidad”, lo que significa que son imprescriptibles, quienes permanecerán sin prisión a la espera del juicio.

El fallo ratificó lo que en febrero de 2020 había decidido el Tribunal Federal de Río Grande en Tierra del Fuego.

En una resolución judicial fallo de 20 páginas, el tribunal de Comodoro Rivadavia también entendió que había una “falta de mérito” para fundamentar los cargos contra Belisario Affranchino Rumi.

Los magistrados Javier Leal de Ibarra y Aldo Suárez votaron a favor de la acusación mientras que su colega Hebe Corchuelo de Huberman entendió que los cargos debían ser declarados nulos por el paso del tiempo.

En todo caso, los magistrados concurrentes constataron que la conducta investigada no se trataba de hechos aislados o casuales, sino que “presuntamente formaba parte de un ataque, desplegado por la superioridad contra el personal subordinado, que al menos habría contado con la aquiescencia del Estado”.

También interpretaron que el sufrimiento impuesto a las tropas, “consistente en la privación injustificada de alimentos [y] la aplicación de sanciones ilegítimas y degradantes”, era “una práctica común llevada a cabo por ... comandantes sobre los soldados más comunes”.

Por otro lado, la jueza Corchuelo de Huberman sostuvo que si bien las conductas investigadas “pudieron haber amenazado gravemente los derechos legales individuales, no es suficiente para ser conceptualizado como crímenes de lesa humanidad”.

Dijo Corchuelo que “por más aberrantes que sean las acciones que presuntamente se han realizado, no se acreditan los requisitos de sistematización o generalidad del atentado, como elementos que elevarían los crímenes presuntamente cometidos a la categoría más grave de crímenes de lesa humanidad”.

Los imputados están acusados de 18 actos de tortura aplicados a soldados que se quejaron por la falta de alimentos o, directamente, buscaron obtenerlos por sus propios medios.