Una enfermera de 40 años fue la primera persona vacunada contra el coronavirus en Paraguay, donde este lunes arrancó la campaña de inmunización con una remesa de 4.000 dosis de la Sputnik V, reservada al personal sanitario del país, con 3.000 fallecidos por la pandemia y más de 150.000 casos.
Miriam Arrúa fue vacunada por el ministro de Salud, Julio Mazzoleni, en el Hospital Nacional, en la localidad de Itauguá, a unos 35 kilómetros de Asunción.
A ese procedimiento siguieron otras vacunaciones en ese centro, así como en el Materno Infantil del barrio asunceno de Trinidad, en el hospital regional de Ciudad del Este, segunda urbe de Paraguay, y en el de la ciudad de Encarnación (sur).
Arrúa, de la unidad de terapia intensiva del centro de Itaguá, se sometió al protocolo en uno de los pabellones de contingencia, atendida por las autoridades de ese hospital y en medio de un amplio despliegue de periodistas.
La enfermera hizo un llamado a la ciudadanía para sumarse a la vacunación en cuanto se generalice la llegada de las siguientes dosis, un millón de las contratadas con el Fondo Ruso de Inversión y 4,3 millones de la plataforma Covax, de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cuyos plazos de arribo se conocerán a lo largo de la semana.
Es muy importante no bajar la guardia en estos momentos. No hay que tener miedo de vacunarnos. Esto nos da seguridad que vamos a poder seguir y estar más atentos a nuestros pacientes, más seguros cuidando de ellos, dijo Arrúa mientras esperaba el pinchazo.
Posteriormente fueron vacunados otros profesionales del centro en un proceso previamente agendado que se repitió durante toda la jornada en el resto de hospitales designados.
Las primeras 4.000 dosis, en dos aplicaciones, serán destinadas a 2.000 profesionales durante una semana de vacunación y parte de la próxima, según dijo Mazzoleni a los periodistas.
Al respecto, el ministro dijo que las instrucciones a los responsables sanitarios son las de máxima transparencia y claridad no solamente en el proceso sino también en la elección de las personas que vienen, de forma que los beneficiarios de esas primeras vacunas sean profesionales de primerísima línea”