El 14 de junio de 1982 las fuerzas británicas liberaron a la sitiada pequeña población de las Islas Falkland de la ocupación argentina y los Isleños se regocijaron por la restitución de la democracia británica, pero también preocupantes rumores comenzaron a circular, soldados argentinos habían sido vistos plantando grandes números de minas cerca de la capital Stanley y aún más lejos.
Las sospechas pronto resultaron confirmadas ya que varios victoriosos regimientos británicos que ingresaban a la capital informaron que muchos de sus efectivos habían pisado minas y sufrido las consecuencias. Parecía inconcebible que además de los 74 días de encarcelamiento, los Isleños ahora también se verían enfrentados con una masiva distorsión de sus vidas, en los años por delante.
Contrariamente a los informes que en su momento circularon por todo el mundo, los ingenieros militares argentinos hicieron los diagramas y planos de las áreas donde habían colocado las minas, y el ingeniero en jefe entregó oficialmente dichos documentos al Mayor Roddy McDonald, el oficial al mando del Escuadrón 59 de los Royal Engineers.
Pero pronto también se filtró que minas habían sido colocadas en Darwin/Goose Green, una gran estancia de unas 300,000 acres y con un rebaño de unas 100,000 ovejas, al igual que en la isla Oeste, en Port Howard y Fox Bay, Este y Oeste.
Las estadísticas eran alarmante al extremo que el gobierno argentino eventualmente reveló que unos 20,000 minas antipersonal y otras 5,000 anti tanques habían sido plantadas en hasta 151 campos minados, como también espacios con minas trampas caza-bobos. Peor aún, muchas de las populares playas de arena próximas a la capital Stanley habían sido también sometidas a la colocación de minas y con ninguna perspectiva en absoluto que estas minas de plástico, virtualmente indetectables, pudieran en un futuro ser localizadas.
Muy pronto el Cuerpo de Ingenieros Reales marcaron a Rookery Bay, Yorke Bay y Lake Point como áreas de no acceso.
Los picnics de las clases dominicales de religión organizadas por las Iglesias, un evento regular en las vidas de los escolares tuvieron que ser abandonados, al igual que los asados de Navidad y las competencias anuales de construcción de castillos de arena.
Según Guy Marot, un ex Mayor en el cuerpo de Ingenieros Reales quien estuvo en las Falklands como Comandante del Destacamento de Eliminación de explosivos, (destacamento conjunto de las tres armas), identificado localmente como EOD, en 1988 sostuvo que las minas habías sido colocadas por los ingenieros militares argentinos de forma extremadamente disciplinada y no había evidencias, como se había sugerido anteriormente, que la operación se había hecho de forma indiscriminada.
Agregó que los argentinos cumplieron cabalmente con los términos de la revisión en 1980 de los términos de la Convención de Ginebra, referidos a la colocación de minas, y toda la documentación fue entregada oficialmente tal como correspondía y en la forma que procedía.
Muy pronto se hizo evidente que también sería necesario educar a los niños con respecto a cómo era una mina o cualquier otra munición y qué acciones debían emprender si inadvertidamente se encontraban con uno de estos elementos, el cual pudo haber sido desplazado por razones climáticas.
Los Ingenieros Reales brindaban clases semanales en las escuelas y muy pronto la mayoría de los niños de las Falklands podían fácilmente identificar una mina española P4B, Italiana SB33, Israelí No 4 y las argentinas FMk1, todas la cuales son minas antipersonales diseñadas para hacer volar un pie o la parte inferior de una pierna.
Al principio los Ingenieros Reales se hicieron cargo de las tareas de limpiar los campos minados pero pronto hubo un desastre cuando en enero de 1983, el Mayor Steve Hambrook pisó una mina en Fox Bay Oeste, perdiendo parte de la pierna. El accidente fue seguido de otro similar en el espacio comunal de Stanley cuando el Mayor Geoff Ward también perdió parte de una pierna luego de pisar una mina antipersonal en agosto de 1983.
Empero Guy Marot que ha estado los últimos once años en las Islas como Gerente del Programa de Fénix Insight, una empresa designada por el Foreign y Development Office para administrar la calidad, seguridad y aspectos medio ambientales del barrido de minas realizado por Safelane Global, se rehusó a culpar a los argentinos por los graves accidentes de Ward y Hambrook. Insistió en que los perímetros de alambres erigidos por los Ingenieros Reales, poco después del conflicto, habían sido montados apuradamente y desafortunadamente mal ubicados
A continuación de estos desafortunados incidentes el gobierno británico ordenó el cese inmediato de toda actividad referida a la limpieza de minas, si bien durante los siguientes 26 años, un pequeño destacamento diligentemente mantenía los alambrados, hacía un relevamiento de todos los campos y espacios minados y utilizando un equipo de control remoto efectivamente localizó y destruyó muchas minas que podían verse directamente y eran consideradas un peligro para la población y el público en general.
Gran Bretaña como signatario de la Convención de Ottawa para la prohibición y uso de minas antipersonal estaba obligada a financiar la operación, operación de gran envergadura, para eliminar las minas en las Falklands y el trabajo tendría que haberse iniciado allá por 1998, pero las constantes disputas con Argentina respecto a quien correspondía la responsabilidad del financiamiento y retiro de las minas, retrasó la operación hasta 2009.
Una empresa llamada BACTEC, (que más tarde cambiaría el nombre a SAFELANE GLOBAL) ganó el contrato del gobierno británico con FENIX INSIGHT elegida como la empresa supervisora. John Hare, un ex oficial del Cuerpo de Ingenieros quien resultara herido durante un incidente de fuego amigo en la montaña de Puerto Sussex retornó a las Islas con un equipo de Zimbabuenses, la mayoría de los cuales ya habían estado previamente empleados por BACTEC en el Líbano y otras áreas problemáticas del mundo donde se han colocado minas.
Cuando se le preguntó los aspectos más desafiantes del programa de desminado, Guy Marot se refirió al clima de las Falklands tan notoriamente especial como siempre cambiante. En algunos campos minados los 'Zims' estaban hasta las rodillas en la turba y el agua, pero son unos fenómenos en cuando a su esfuerzo y habilidad y se mantuvieron al firme haciendo la tarea sin importarles las condiciones climáticas.
En cuanto a la complejidad de los campos minados, se refirió a Wall Mountain, a unas diez millas al oeste de Stanley donde se localizaron 1,295 minas españolas P4B dispersas a lo largo de una distancia de 1,7 kilómetros.
Tan sólo dos incidentes se registraron durante los once años de tareas de desminado. En el 2009, un Zimbabuense hizo estallar una mina prematuramente mientras utilizada el escarbador. Salió ileso. En 2013 otro de los hombres sufrió un corte en el revés de la mano que requirió de seis puntos luego que el también tocara el borde de una mina con su escarbador.
En tanto el fin a las minas colocadas por Argentina será celebrado en las Falklands este sábado con discursos del vice gobernador Alex Mitham, de la legisladora electa MLA Leona Roberts y el propio Guy Marot, el proceso de desminado ha traído consigo inesperados inmigrantes, ya que no menos de 19 Zimbabuenses expertos en localizar minas, han decidido permanecer en las Falklands y ya han podido conseguir empleo en una gama de profesiones.
Shupikayi Chipunza, 42 años, quien llegara a las Islas en 2009 con el grupo inicial para el desminado, rápidamente vio el potencial de un mejor nivel de vida. Todo nuestro alojamiento y alimentación fue suministrado gratis y además ganábamos £450 al mes con BACTEC, cuando vine a trabajar a las Islas por primera vez, mientras que en Zimbabue con suerte podía ganar unos US$ 400; por tanto podía girarle a mi familia en Zimbabue unas £200 por mes y ahorrar el resto
Los Zimbabuenses desde hace un tiempo ganan algo más de unas £1,000 al mes. Tras dos años Shupi, como lo identifican cariñosamente solicitó y obtuvo un Permiso de Residencia Permanente en 2013, y trajo a su señora y tres hijos a las Islas. Al principio estuvo trabajando moqueteando y alfombrando pisos antes de convertirse en Bombero con el Servicio Aéreo del gobierno de las Islas. También ha demostrado ser un excelente jugador de fútbol y fue seleccionado a representar a las Islas en varias competencias internacionales en Europa y Bermuda.
Fue una buena movida para mí y no tengo nada de que lamentarme pues hemos sido recibidos y aceptados por la comunidad y nunca me crucé con problema alguno. Compré un lote de tierra y construí mi casa y ahora mi hija de 16 años Mavis se encuentra estudiando en el Colegio de Chichester en Inglaterra y toda su educación, internado, y los viajes aéreos entre las Falklands y el Reino Unido son solventados totalmente por el gobierno de las Falklands, explicó Shupi.
Otros compañeros de tareas en el desminado han seguido su ejemplo y se han establecido en las Islas, trayendo a sus familias y ahora hay más de cincuenta Zimbabuenses con domicilio en las Falklands y todos ellos con trabajos.
El costo total de limpiar las Falklands de minas ha sido de unas £44 millones pero al gobierno de las Falklands no se le requirió que pusiera ni un penique en el proyecto. El acuerdo entre el Reino Unido y las Falklands es que si bien las Islas son auto gobernadas, las áreas de relaciones exteriores y defensa corren por cuenta del gobierno británico. Cumplir con el desminado es una obligación bajo un tratado internacional y por tanto el costo recae sobre el Foreign y Development Office.
Treinta y ocho años atrás parecía totalmente imposible pensar que la población de las Islas podrían nuevamente acceder a lugares tradicionales como lo son Stone Corral, Eagle Rock, Eliza Cove, Lake Point y en especial la hermosa y cautivante playa de arena en Yorke Bay. Pero ahora gracias al compromiso y diligencia de los Zimbabuenses en la tarea de desminado, y el respaldo financiero del gobierno británico, ese sueño se ha convertido en realidad.
Corresponsal Especial, Stanley