Por segunda vez en menos de dos meses, el presidente de Perú, Martín Vizcarra, comparecerá este lunes ante un Congreso que votará si lo destituye por supuesta incapacidad moral por un caso de presunta corrupción, cuando le quedan ocho meses de mandato.
Vizcarra debe ahora defenderse de las acusaciones de haber recibido coimas por contratos de obras públicas mientras era gobernador de la región sureña de Moquegua, en 2014, la misma causa de la que salió airoso el 18 de septiembre.
Vizcarra y su abogado deben hacer los descargos en este juicio relámpago en el Congreso que comenzará mañana a las 9 de la mañana (11 hora Uruguay), tras lo cual habrá un largo debate antes de la votación.
Esta nueva moción de destitución, que requiere 87 votos de 130 para ser aprobada en el parlamento, amenaza con sumir al país en una situación de inestabilidad, advirtió Vizcarra.
Si es destituido, asumiría el poder el jefe del Congreso, Manuel Merino, un político de bajo perfil del partido Acción Popular (centro-derecha).
Esta moción fue presentada por el minoritario partido populista Unión por el Perú (UPP) y se basa en declaraciones de dos empresarios que aseguraron a la Fiscalía haber pagado coimas a Vizcarra cuando era gobernador.
Los montos de los supuestos sobornos ascienden a 2,3 millones de soles (unos 623.000 dólares), en un caso investigado por la Fiscalía desde 2018, pero que recién ahora ganó notoriedad.
Vizcarra niega haber recibido esos pagos y atribuye la moción a una maniobra para retrasar las elecciones de abril de 2021, en las que debe ser elegido un nuevo presidente de Perú y renovado totalmente el Congreso unicameral.
La Fiscalía había anunciado que abriría un expediente a Vizcarra una vez que culmine su mandato, el 28 de julio de 2021, ya que ahora tiene inmunidad, pero sus adversarios en el Congreso no quisieron esperar y pusieron en marcha este nuevo proceso de destitución.
Las acusaciones de corrupción no le quitan el apoyo ciudadano a este ingeniero provinciano de 57 años ajeno a la clase política, que carece de partido y bancada legislativa, y quien asumió el poder tras la renuncia de Pedro Pablo Kuczynski, de quien era vicepresidente, en marzo de 2018.
En los sondeos, redes sociales y calles (con cacerolazos), el apoyo a Vizcarra sigue siendo muy alto: tres de cada cuatro peruanos quiere que él siga al frente del Ejecutivo. En cambio, el Congreso tiene 59% de desaprobación.
Los gremios empresariales también pidieron evitar una destitución y focalizarse en la pandemia y recuperación económica.