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“La vuelta al trabajo es el mejor remedio”, recomienda Bolsonaro a millones de informales
”En Brasil hay 38 millones (de trabajadores) informales, la vuelta al trabajo es el mejor remedio” contra la pandemia, posteó el mandatario ultraconservador El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, reiteró su oposición a la cuarentena este martes al defender que la población retorne al trabajo pese al avance de la pandemia de coronavirus, que ya causó la muerte de más de 101 mil personas en el país.
”En Brasil hay 38 millones (de trabajadores) informales, la vuelta al trabajo es el mejor remedio“ contra la pandemia, posteó el mandatario ultraconservador.
Junto al texto fueron editadas imágenes de Bolsonaro visitando un puesto ambulante de comidas en la noche del lunes en la zona de hoteles de Brasilia.
El video muestra a Bolsonaro, de traje y sin barbijo, hablando con personas que se aglomeraron a su alrededor, mientras alguien hace un comentario sobre el precio del ”churrasquito“ vendido en el lugar.
Por otra parte, el gobierno entregó a políticos aliados una suerte de ranking con los nombres de los gobernadores de los estados con más altos números de muertos por coronavirus, informó este martes el diario Folha de San Pablo.
Según el periódico ese documento tiene por finalidad perjudicar a los gobernadores que en su mayoría aplicaron medidas de cuarentena, rechazadas por Bolsonaro por su impacto en la economía de Brasil, y son ”adversarios políticos” del mandatario.
Brasil es el segundo país más castigado del mundo por el coronavirus y este sábado superó los 100.000 víctimas fatales y los 3 millones de infectados.
El lunes hubo duelo oficial en el Congreso y en el Supremo Tribunal Federal (STF) en homenaje a los fallecidos, pero no así en el Palacio del Planalto, donde funciona la Presidencia.
El domingo Bolsonaro afirmó que todas las muertes son iguales y citó el reciente asesinato de tres policías en San Pablo. Ese mismo día el mandatario volvió a recomendar la hidroxicloroquina para los pacientes que contrajeron coronavirus, que él mismo sufrió el mes pasado, pese a que ese medicamento no tiene el aval de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
