En medio de una creciente tensión política en el país, Brasil se consolidó como el país latinoamericano más golpeado por la pandemia al registrar un nuevo número récord de muertes diarias con 881 y alcanzar un total de 12.400, mientras que los casos confirmados de infectados quedó cerca de los 177.600.
Esta nueva escalada de la pandemia se conoció horas después se supiera que el ministro de Salud de Brasil, Nelson Teich, no había sido consultado por el presidente Jair Bolsonaro antes de definir por decreto la reapertura de gimnasios y peluquerías, una medida ya rechazada por muchos gobernadores.
El decreto de Bolsonaro, que define como servicios esenciales a los gimnasios, barberías y salones de belleza fue rechazado por gobernadores e intendentes que mantienen medidas restrictivas o bloqueos totales para evitar la proliferación de contagios, reforzados por la decisión de la Corte Suprema que les dio la potestad de no aplicar las medidas federales.
La situación más curiosa de las últimas horas en Brasil fue la reacción del ministro Teich, un médico y empresario del sistema privado que asumió en reemplazo del desplazado Luiz Mandetta, que puso en evidencia su exclusión en la toma de decisiones sanitarias, pese a que el decreto cita al Ministerio de Salud como fuente de consulta para habilitar nuevas actividades.
¿Ese decreto salió hoy? No tuvimos nada que ver, es algo del presidente respondió Teich ante la consulta periodística sobre cuál era su opinión acerca de la medida, mientras que en ese mismo momento Bolsonaro declaraba en la residencia presidencial que el ejercicio es salud y la higiene es salud, al defender a los gimnasios y peluquerías como actividades esenciales.
Teich, sin experiencia en el sector público, comenzó a ser tildado de comunista por los bolsonaristas en las redes sociales porque evitó alinearse con el presidente en recomendar la cloroquina, remedio para la malaria y el lupus, como fundamental para combatir la enfermedad porque no existen aún pruebas concretas científicas.
La medida, de carácter federal y unilateral, no afecta directamente a los estados, pero les pone presión frente a los comerciantes que reclaman el regreso a las actividades.
Los gobernadores de Ceará, Maranhao, Bahia, Espirito Santo, Rio de Janeiro y Pará ya rechazaron el decreto y anticiparon que no lo aplicarán, en base a la autonomía otorgada por el Supremo Tribunal Federal para enfrentar la pandemia.
En tanto en la capital de Santa Catarina, Florianópolis y otras ciudades, se permitió la apertura de los shoppings y comercios, respetando distancias y usando barbijo. En Rio Grande do Sul, causó revuelo la imagen registrada en las redes sociales en Gramado, exclusiva comarca serrana y de turismo de invierno, en la cual un restaurante de alto nivel sirve champagne a los turistas simulando llevar un féretro, con un DJ que tocaba la canción de un meme viral que remite a los funerales festivos de Ghana.