El 5 de marzo de 1960, el fotógrafo cubano Alberto Díaz, más conocido como Korda, captó la imagen de Ernesto Che Guevara que se convertiría en un ícono del siglo XX: bajo su impecable boina negra, el guerrillero argentino mostraba su mirada penetrante y desafiante.
La imagen del Guerrillero heroico que recorrió el mundo entero y aún sigue vigente, nació durante el entierro de las víctimas del sabotaje al vapor francés La Coubre en el puerto de La Habana.
Desde el ángulo donde yo estaba, a unos ocho metros de la tribuna, al Che no se le veía, él estaba en un segundo plano, recordaría Korda años después, según cita el portal Cubadebate.
Entonces, yo estoy paneando mi cámara, retratando a todos los ministros, las figuras, el discurso de Fidel y eso y, en un momento impreciso, indeterminado, no pensado, emerge desde el segundo plano hacia el borde de la tribuna el Che, narró el reportero gráfico que falleciera en 2001..
Impactado por la intensa mirada del revolucionario argentino, Korda apenas tuvo tiempo de realizar dos disparos.
Uno primero, que tomo con la cámara en horizontal, y después tomo uno con la cámara en vertical. Inmediatamente, a los 45 ó 50 segundos de su presencia ahí, se marcha para la parte de atrás de la tribuna. Así fue como casi por casualidad, no pensado, no premeditado, no pedida una pose al retratado ni nada, queda la foto, relataba Korda.
La imagen del Che Guevara de aquel 5 de marzo, a pesar de haber sido reproducida hasta la saciedad en todo tipo de soportes, es una de las más icónicas no solo del siglo XX sino de la historia. Al menos, así la consideró la revista Time al incluirla entre las 100 imágenes más influyentes de todos los tiempos desde la invención de la fotografía en el siglo XIX.