El gobierno uruguayo, un aliado del régimen chavista y que, junto a México, se ha negado a condenarlo como la mayoría de los países latinoamericanos, ante los hechos acaecidos el domingo impidiendo el acceso, por la fuerza, de diputados a la Asamblea Nacional, también criticó con severidad a la administración del presidente Nicolás Maduro.
En el comunicado oficial de la cancillería, El Gobierno del Uruguay expresa su profunda preocupación ante la conculcación de los derechos de los diputados de la Asamblea Nacional Venezolana, expresión máxima de la democracia y en particular por la acción de la Guardia Nacional Bolivariana que impidió a los representantes legítimamente electos por el pueblo participar de la sesión del día de hoy donde debía elegirse nuevo presidente del Órgano.
La actitud del Gobierno de Venezuela daña seriamente los esfuerzos de la comunidad internacional para colaborar con los venezolanos, a través del diálogo y la negociación, en lograr una salida a la grave crisis institucional que sufre ese país.
Finalmente, el Gobierno del Uruguay hace un urgente llamado a todos los actores venezolanos, pero en particular al Gobierno, a evitar acciones que continúen agravando la situación y poniendo en riesgo la estabilidad del país y a respetar estrictamente los derechos civiles y políticos de todos los ciudadanos y muy especialmente los fueros de los legisladores integrantes de la Asamblea Nacional.
Por su parte el presidente electo Luis Lacalle Pou quien asumirá funciones el primero de marzo sostuvo que lo acontecido en Venezuela es un nuevo golpe a la institucionalidad democrática de Venezuela y demostración de las maniobras del régimen de Maduro por centralizar el poder violentando la voluntad popular.