El banco central de Brasil intervino el martes el mercado cambiario para aliviar la presión liquidadora sobre el real, que se desplomó a un mínimo histórico tras unos comentarios del ministro de Economía, Paulo Guedes, quien aseguró no estar preocupado por la debilidad de la moneda.
La subasta de divisas realizada por el banco central de al menos 1 millón de dólares, poco después que el presidente Jair Bolsonaro dijo que le gustaría ver una caída del dólar, alejó al billete verde a más de dos centavos de un nuevo máximo histórico de 4,2689 reales.
Los operadores dijeron que no está claro cuánto subastó finalmente el banco central.
“Es un caos”, dijo el jefe de operaciones de un banco en Sao Paulo, en referencia a las oscilaciones que registró el precio del real el martes.
El récord que tocó el dólar de 4,289 reales fue alrededor de dos centavos más alto que el anterior pico alcanzado en 2015, cuando Brasil se vio envuelto en una de las recesiones más profundas y dolorosas de su historia.
Más temprano el martes, Bolsonaro dijo que le gustaría que el dólar cayera, pero también respaldó al ministro de Economía, Guedes, cuyos comentarios realizados el lunes fueron ampliamente citados como la razón de la última ola de ventas.
“Vi eso, y si eso es lo que dijo, está dicho”, destacó Bolsonaro en respuesta a las preguntas de periodistas sobre los comentarios realizados por Guedes en Washington el lunes por la noche y la posterior caída del real al día siguiente.
“Espero que (el dólar) caiga”, sostuvo el mandatario.
En declaraciones dadas a periodistas en la capital estadounidense, Guedes dijo que un debilitado tipo de cambio es una consecuencia natural de la caída de las tasas de interés.
“Tenemos una moneda flotante, entonces que flote”, dijo Guedes. “Cuando tienes... tasas de interés más bajas, la tasa de cambio de equilibrio también es más alta”, dijo en referencia al tipo de cambio del dólar frente al real.