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El estallido social en Chile fue de clase media y no fue inesperado, afirma economista francés

Jueves, 24 de octubre de 2019 - 09:25 UTC
“La gente que está protestando en Francia no es la gente más pobre. Y en Chile es igual. La clase media es muy preocupada de perder su posición económica y social”. “La gente que está protestando en Francia no es la gente más pobre. Y en Chile es igual. La clase media es muy preocupada de perder su posición económica y social”.

El estallido social en Chile sin dudas que ha llamado la atención de todo el mundo. Las imágenes de las masivas manifestaciones en todas las regiones del país han sorprendido a quienes veían al país como un “modelo” de estabilidad en toda Latinoamérica. Y es por eso que los análisis abundan.

En este sentido, uno de los que habló fue el reconocido filósofo y economista francés Guy Sorman, quien detalló sus impresiones sobre la crisis chilena.

“Tenemos a gente violenta en las calles, también hay profesionales, tenemos a gente de clase media con miedo a su futuro y también hay gente pobre. Pero yo no diría que la reacción fue inesperada. Como sabemos, Chile tiene un Partido Comunista y los grupos violentos nunca aceptarán un gobierno de derecha... Por eso diría que no fue inesperado, siempre hay grupos que tendrán pretextos para comenzar protestas. Bueno, esto es uno de los tantos factores que existen para explicar lo que pasa en Chile”, recalca.

Para el pensador, la situación actual de Chile se parece mucho a lo que está pasando en Francia con los llamados “chalecos amarillos”. “La gente que está protestando en Francia no es la gente más pobre. Y en Chile pasa lo mismo. Y las razones del por qué son fáciles de entender: la clase media está muy preocupada de perder su posición económica y social”.

De acuerdo con Sorman, “los pobres siempre se han mantenido callados” y no se ven en las protestas. Esto, asegura, “tiene directa relación con la economía que no está funcionando tan bien. Por un lado, tienes una élite que cada vez es más rica. Por el otro, una clase media que paga con dificultad sus cuentas. Esta gente es la más frágil. Es la gente que está protestando en Francia y es la gente que ahora está protestando en Chile. Y por último tenemos a la gente más pobre, la cual está totalmente marginada en la sociedad chilena”.

Consultado por qué la clase política no vio venir este fenómeno, el filósofo sostiene que “es cierto que no lo vieron venir”, y esto pasa porque “la élite política trabaja para la élite. Tienen muy poca conexión con la gente real. Los políticos se preocupan de ellos mismos, viven un mundo separado”.

“Los partidos políticos se dedican a pelear entre ellos y no ven a una sociedad que está cambiando rápidamente. Y no solo no ven estos cambios, existe una total desconexión con esa realidad. Y no sólo existe una desconexión entre los políticos y la gente, sino una desconexión entre los programas de los partidos políticos y cuáles son las expectativas de la gente”, afirma.

Sobre los problemas que ve en Chile, Sorman señala que el más grave es la educación. “Más de la mitad de la población recibe una mala educación. Las escuelas públicas son muy malas y los profesores de las escuelas públicas tampoco cumplen con los requisitos mínimos para enseñar. Con esto el 50% de los chilenos está excluido de la sociedad. Y están callados y nadie se preocupa de ellos. Solo tratan de sobrevivir. Piñera tiene que hacerse cargo de esta gente. Tiene que haber acceso a la educación porque sin educación no hay ninguna forma de crear un proyecto de vida”, asegura.

La otra gran propuesta, afirma, es “crear un 'negative income tax' para que nadie se sienta que pueda perder su posición social. Estas medidas, que llamo post-liberales, son promovidas por muchos economistas en el mundo, no están en la derecha o la izquierda, son sólo eficientes y podrían traer un shock positivo para la sociedad chilena”.

Sorman llama a mirar el ejemplo francés, donde el presidente Emmanuel Macron decidió crear un “Gran Debate Nacional” tras la crisis dejada por el movimiento de los “chalecos amarillos”. Sorman dirigió una de las instancias, y saca saldos positivos de este proceso. “Lo de Macron fue una idea brillante porque cuando organizas este tipo de debates increíblemente la gente más violenta y más radicalizada quedan expuestos a que son una minoría dentro de la sociedad. Y por primera vez la mayoría de la gente de clase media, y también la más pobre, fue escuchada. Lo importante en el éxito del 'Gran Debate Nacional' en Francia, es que fue moderada por gente como yo, no por políticos”, reafirma.

Categorías: Política, América Latina, Chile.