El presidente argentino, Mauricio Macri, dispuso el lunes una serie de medidas económicas para contener la crisis financiera que sufre el país y que provocó una fuerte depreciación de la moneda nacional, el peso, frente al dólar estadounidense en las últimas semanas.
La principal decisión tomada por el jefe de Estado es alcanzar el equilibrio fiscal a fines de 2019, un año antes de lo que había previsto cuando en junio pasado le presentó un programa económico al Fondo Monetario Internacional (FMI) para obtener un crédito a tres años de US$50.000 millones.
Con ese objetivo, resolvió establecer, entre otras medidas, en forma transitoria un arancel estimado en 10% a las exportaciones de productos del sector primario (materias primas). El nuevo programa económico será presentado este martes por el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, a las autoridades del FMI para obtener a cambio un adelanto de dinero del crédito conseguido apenas hace dos meses.
Una hora después de los anuncios, la cotización del dólar estadounidense se encontraba en alza.
En una conferencia de prensa, Dujovne dijo que no podía dar una estimación de cómo seguiría la situación de los mercados aunque consideró que el valor del dólar se encuentra en una cifra muy alta para las condiciones económicas del país.
El gobierno argentino estableció como principal objetivo reducir el déficit fiscal actual, estimado en 1,3% del Producto Bruto Interno (PBI), a cero a fines de 2019, un año antes de lo que se había comprometido en el acuerdo firmado con el FMI. En esa línea, aseguró que en 2020 las cuentas fiscales argentinas tendrán un superávit del 1%.
Dujovne anunció un aumento impositivo transitorio sobre los derechos de exportación para lograr en 2019 una recaudación adicional superior a 7.000 millones de dólares. Para ello, las exportaciones de productos del sector primario (materias primas) pagarán un arancel de cuatro pesos por dólar (un 10%), mientras que el resto de las ventas al exterior pagarán tres pesos por dólar (casi un 8%).
Es una medida malísima, reconoció Macri en un mensaje a la población.
Al incrementarse la presión tributaria sobre los exportadores agrícolas, el gobierno anunció como medida adicional una bajada al 18% sobre los derechos de exportación para el poroto de soja, que se encontraba en 25,5%, y las harinas y aceites de soja, que estaban en 23%. El gobierno tenía previsto disponer ese descenso impositivo recién a fines de 2019 mientras bajaba el tributo un 0,5% en forma mensual.
En el frente social y más vulnerable políticamente, Macri anunció un refuerzo económico en septiembre y diciembre próximo a las partidas sociales y en los programas alimentarios que reciben los argentinos más pobres, quienes sufren el mayor impacto de la crisis financiera.
Sabemos que con esta devaluación la pobreza va a aumentar, admitió el jefe de Estado. Según datos oficiales, el 25,7% de la población se encontraba a fines de 2017 bajo la línea de pobreza, un número que se estima aumentará en los próximos meses.
El gobierno dispuso reforzar el alcance del programa Precios Cuidados, que congela los precios de una serie de productos alimenticios de una lista acordada con las empresas comercializadoras, los distribuidores y los principales proveedores.