El Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil usaría parte de los 380.000 millones de dólares en reservas cambiarias del país para financiar un fondo de desarrollo de infraestructura si gana la elección presidencial de octubre, dijo un funcionario del partido en una entrevista.
Márcio Pochmann, asesor del ex presidente Lula da Silva y coordinador de su postulación planeada por un tercer mandato, afirmó que más o menos un 10% de las reservas serían destinadas al fondo y que serían complementadas por otras fuentes, como préstamos de los estatales Banco do Brasil y Caixa Econômica Federal.
Los fondos serían usados para reiniciar varios proyectos inconclusos en el país en áreas desde saneamiento y carreteras al impulso a la alicaída economía, dijo Pochmann.
Aunque no hay duda de que Brasil está rezagado en cuanto a infraestructura -este mes, el grupo de la industria CNI estimó que existen 517 proyectos paralizados en todo el país por falta de fondos- la idea de recurrir a reservas cambiarias en un año en que la divisa brasileña se ha depreciado un 12% frente al dólar podría ser polémica.
“Otros países -Bolivia y Ecuador- usaron previamente sus reservas y parece que no hay problemas técnicos en el sentido de utilizarlas para financiar inversiones en infraestructura a mediano y largo plazo”, comentó Pochmann. “Este sería un mecanismo para crear un gran fondo para relanzar las inversiones en Brasil”, agregó.
El PT pretende nominar a Lula -encarcelado desde abril por cargos de aceptar sobornos, pero aún el político más popular de Brasil- como su candidato en la elección de octubre. Si una corte electoral que podría decidir sobre su elegibilidad el próximo mes prohíbe su candidatura, se prevé que una puja por un sucesor dentro del partido.
Pochmann también reiteró planes delineados por el posible heredero de Lula y ex alcalde de São Paulo Fernando Haddad de elevar los impuestos a los bancos para forzarlos a reducir sus intereses y así estimular el crédito.
En otro punto controvertido de la campaña presidencial, Pochmann afirmó que el PT prohibiría la adquisición propuesta por parte de Boeing de la mayor parte del negocio de aviación comercial del fabricante local de aeronaves Embraer.
“El acuerdo de Boeing significaría el fin de Embraer. No existen garantías de que permanecería en Brasil, por el contrario, y además toda la tecnología militar tiende a desaparecer”, sostuvo.
Pochmann también dijo que el PT revisaría la ambiciosa venta de activos y metas de reducción de deuda de la petrolera con presencia estatal Petrobras si vencen en la elección y que cancelaría el plan del presidente Michel Temer para privatizar a la estatal Centrais Elétricas Brasileiras.
“Estas compañías, en verdad, dado su papel, simplemente no pueden ser vistas a través de la óptica empresarial, porque estos son sectores estratégicos para Brasil.