La brasileña BRF, una de las mayores procesadoras de cerdo y pollo del mundo, anunció un importante plan de reestructuración para reducir deuda que incluye la venta de operaciones en Europa, Argentina y Tailandia. En un comunicado al regulador y una conferencia con inversores y analistas, la compañía dijo que ajustará operaciones en 22 de sus 35 plantas para alinear su producción con una menor demanda.
Planea recaudar 5.000 millones de reales con las ventas de activos y titulización de cuentas por cobrar.
BRF ha visto una serie de dramáticos cambios debido a malos resultados y una investigación federal sobre prácticas para evadir controles de inocuidad en los alimentos llevó a la salida de directores y a los accionistas a exigir una completa revisión de la administración de la firma.
En mayo, Pedro Parente, expresidente ejecutivo de Petrobras, tomó las riendas de la empresa. El plan de reestructuración, aprobado el viernes por los directores de BRF, es la mayor medida para intentar cambiar la suerte de la compañía.
Parente aseguró en la conferencia con analistas que el plan ajustará las operaciones de BRF “a la actual demanda, que se ha reducido”. La compañía ha sido afectada por la decisión de la Unión Europea de prohibir varios productos de carne de Brasil, como resultado de la investigación sobre el sistema de seguridad alimentaria de las firmas del país.
BRF dijo que reduciría su fuerza de trabajo en Brasil en un 5% como resultado de los planes de ajustes, o alrededor de 4.000 personas si se utiliza la información de la compañía en su sitio de internet.
Más temprano, la firma dijo que recaudaría alrededor de 500 millones de reales (130 millones de dólares) de ventas de activos no esenciales, incluyendo tierras forestales e inmuebles, afirmó Eduardo Takeiti, jefe de relaciones con inversionistas.
BRF ingresó al mercado argentino en 2012 cuando adquirió una participación del 90,05% en Quickfood bajo un acuerdo de intercambio de activos con la también brasileña Marfrig Global Foods SA.