Las autoridades guatemaltecas suspendieron los rescates después que el Volcán de Fuego intensificara su actividad e intensas lluvias provocaran fuertes corrimientos de tierra, aunque no frenan a los vecinos en su intento de hallar a sus desaparecidos.
Fuertes aguaceros provocaron un nuevo deslave cerca de la “zona cero”, arrastrando material volcánico y rocas que anegaron parte de la carretera que atraviesa el lugar, lo que impide que brigadas de socorristas regresen al sitio de la tragedia.
Algunos vecinos se han adentrado al área devastada, a pesar de las constantes advertencias, con la intención de seguir cavando en su intento de hallar rastros de algún familiar de esta tragedia, en la que ya han muerto 110 personas y 197 continúan desaparecidas, nueve días después que San Miguel Los Lotes quedara sepultado por el material expulsado por el volcán.
El instituto estatal encargado de controlar la actividad del volcán (INSIVUMEH) informó sobre “descenso de flujos piroclásticos” desde una “cortina de ceniza” de hasta 6.000 metros de altura.
El ente científico advirtió asimismo que la intensa actividad volcánica se puede alargar en la próximas horas y días, por lo que recomienda a la Conred “tomar las precauciones necesarias y establecer el nivel de alerta que considere necesario”.
El organismo de protección civil enfrenta duras críticas por no haber ordenado abandonar sus casas a los vecinos de la zona, según la versión de algunos sobrevivientes. La Fiscalía informó que abrió una investigación penal para determinar si hubo negligencia en la gestión de la tragedia.