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Yantar, buque oceanográfico o sofisticada nave espía capaz de interrumpir cables submarinos

Jueves, 4 de enero de 2018 - 05:27 UTC
“Yantar cuenta con equipos diseñados para seguimiento en aguas de profundidad y dispositivos para conectar a cables de comunicación”, afirma Gaceta parlamentaria “Yantar cuenta con equipos diseñados para seguimiento en aguas de profundidad y dispositivos para conectar a cables de comunicación”, afirma Gaceta parlamentaria
Docenas de cables de fibra óptica, y (militares) de la OTAN, cubren el fondo de los océanos y el Yantar es capaz de manipular, interrumpir esos “nervios vitales” Docenas de cables de fibra óptica, y (militares) de la OTAN, cubren el fondo de los océanos y el Yantar es capaz de manipular, interrumpir esos “nervios vitales”
“Resulta difícil 'pinchar' las fibras ópticas, ya que es trasmisión de luz, no eléctrica, sería más fácil simplemente cortar el cable” le comentó Sutyagin a la BBC. “Resulta difícil 'pinchar' las fibras ópticas, ya que es trasmisión de luz, no eléctrica, sería más fácil simplemente cortar el cable” le comentó Sutyagin a la BBC.

Oficialmente es una nave de investigación oceanográfica, y participa activamente en los esfuerzos por ubicar o detectar señales del submarino argentino ARA San Juan desaparecido desde el 15 de noviembre pasado cuando se desplazaba desde Ushuaia a su base en Mar del Plata. Pero el “Yantar”, (Ámbar), según informes de inteligencia occidental es algo más que eso.

 De acuerdo a un informe de BBC, se trata de un barco saturado de sofisticados equipos de vigilancia y monitoreo, y buque madre para sumergibles de profundidad, tanto tripulados como de control remoto, y precisamente un ROV, (vehículo submarino operado remotamente) está siendo utilizado desde una nave de la marina argentina para el relevamiento del fondo del océano.

Fueron justamente los desplazamientos del Yantar que aparentemente llamaron la atención, en vista de su capacidad y equipamientos para interrumpir o simplemente cortar cables submarinos de comunicaciones.

El jefe del Estado Mayor de la defensa británica, Mariscal del Aire Sir Stuart Peach resaltó que esas capacidades contra el internet u otras comunicaciones submarinas podrían ser “catastróficas”.

Docenas de cables de fibra óptica, y (militares) de la OTAN, cubren el fondo de los océanos y el Yantar es capaz de manipular, interrumpir esos “nervios vitales”, según afirma Igor Sutyagin, un experto en asuntos militares rusos, aunque no haya evidencia de tales acciones.

“Resulta difícil 'pinchar' las fibras ópticas, ya que es trasmisión de luz, no eléctrica, sería más fácil simplemente cortar el cable” le comentó Sutyagin a la BBC.

El experto ruso recordó que en la década del setenta, plena Guerra Fría. la marina de EE.UU. había perdido control de un punto de escucha submarino, Sosus, para hacer el seguimiento de submarinos en el Atlántico y los militares norteamericanos concluyeron que los soviéticos cortaron los cables. La sigla Sous significa Sistema de Seguimiento Sonoro Submarino.

En la misma época los militares de EE.UU. según informes, plantaron aparatos adheridos a cables submarinos de los soviéticos en el Mar de Okhotsk, donde se encontraba la base de submarinos soviéticos.

Un informe del parlamento ruso afirma que el Yantar puede efectivamente realizar este tipo de tareas clandestinas, aprovechando la capacidad de sus sumergibles de profundidad.

“El Yantar cuenta con equipos diseñados para seguimiento en aguas de profundidad y dispositivos que pueden conectarse a cables de comunicación ultra secreta”, afirma la Gaceta parlamentaria en su número de octubre.

De acuerdo a Sutyagin el Yantar pertenece a Directorio Principal de Investigación Submarina, GUGI en ruso, y depende directamente del ministerio de defensa de Moscú.

La nave de 108 metros tiene una tripulación de 60 hombres y entró en servicio en 2015. Fue construido en los astilleros del Báltico en Kaliningrand, el primero de una serie del Proyecto 22010. Una segunda nave, Almaz muy pronto será incorporado a la marina rusa. Estas naves “espía” cuentan con los sumergibles Rus y Konsul que con una tripulación de tres pueden descender hasta unos 6.000 metros de profundidad.