En un comunicado oficial el gobierno de Gibraltar afirma que se apresta a celebrar el 35º aniversario de la apertura de la frontera. El PSOE de España tomó la decisión de acabar con el bloqueo al que Gibraltar había sido sometido durante 13 años por el dictador General Franco desde 1969 para estrangular su economía.
La vuelta de la democracia a España después del fallecimiento de Franco no trajo la normalidad inmediata a la frontera y las comunidades de ambos lados permanecieron apartadas hasta 1982, cuando el gobierno socialista de Felipe González tomo la decisión unilateral de acabar con las restricciones.
El ministro de asuntos exteriores Fernando Morán calificó la medida, tomada en diciembre durante el primer Consejo de Ministros, como un gesto humanitario.
Durante los 35 años que han pasado desde entonces, las relaciones transfronterizas han sido variadas. Aunque unos años después de la apertura peatonal inicial la frontera fue abierta por completo, los ciudadanos de ambas partes han sufrido presiones y demoras que han causado malestar y fricción innecesaria. Sucesivos gobiernos españoles han continuado su reivindicación soberanista, aunque en general las administraciones del Partido Popular han adoptado una línea más dura que el PSOE.
De hecho, el gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero y su ministro de asuntos exteriores Miguel Ángel Moratinos firmó el Acuerdo de Córdoba como fórmula tripartita para traer normalidad a las relaciones. El gobierno del Partido Popular de Mariano Rajoy acabó con el Acuerdo y Gibraltar fue sometido de nuevo a presiones intensas en la frontera.
Después de 35 años, un hecho permanece constante: a pesar de los conflictos políticos, los pueblos de ambos lados continúan trabajando conjuntamente para el beneficio mutuo. Los efectos del Brexit no tienen por qué cambiar esa actitud si prevalece la buena voluntad.