La inflación en Venezuela alcanzó por primera vez los cuatro dígitos, según un cálculo hecho por el Congreso bajo control de la oposición, que ubicó la expansión acumulada de los precios al consumidor en 1.369% hasta noviembre.
La Asamblea Nacional que comenzó a publicar este año una medición de inflación con su propia recolección de datos para suplir la falta de cifras oficiales, detectó una aceleración mayor de precios en el penúltimo mes del año. La tasa varió ese mes un 56,7%, por encima del 45,5% registrado en octubre.
El órgano legislativo estima que la inflación podría ubicarse por encima de 2.000 por ciento al cierre del año, profundizando la crisis económica que atraviesa el país y empobreciendo a miles de familias que no cuentan con ingresos suficientes para enfrentar incrementos semanales de precios.
“Viene más hambre y miseria para nuestro golpeado pueblo”, dijo el diputado opositor Ángel Alvarado, que presentó el informe, que suple la ausencia de datos sobre la variación de precios que difundía anteriormente el Banco Central.
Los economistas consideran que un país sufre de hiperinflación una vez que la tasa mensual supera el 50% por tres meses o mantiene tasas anuales superiores a tres dígitos por tres años consecutivos.
El instituto emisor reportó tasas de inflación de 180% y 240% en 2015 y 2016, respectivamente, hasta que dejó de suministrar mensualmente las cifras oficiales.
El gobierno del presidente Nicolás Maduro responsabiliza a los empresarios de inflar precios para desestabilizar su gestión, pero sus críticos aseguran que la inflación récord es producto de la descontrolada impresión de dinero que impulsa el emisor para financiar los crecientes gastos públicos.
La liquidez monetaria aumentó 14% en la tercera semana de noviembre, según datos oficiales, el mayor crecimiento desde que se comenzó a medir el dinero en circulación en 1940.