La oposición en Honduras reclamó el recuento total de votos de las elecciones del pasado 26 de noviembre que hundieron al país en una hoguera política con protestas callejeras, un toque de queda y el atrincheramiento de policías.
”Debe de haber un cotejo total entre cuadernillo, acta y votos en la urna, o sea, abrir las urnas, conteo total, conteo completo para evitar la contaminación” del resultado, afirmó el ex presidente Manuel Zelaya, coordinador de la izquierdista Alianza de Oposición Contra la Dictadura que postuló a la presidencia al presentador de televisión Salvador Nasralla.
La postura opositora se hace tras el llamado del Tribunal Supremo Electoral (TSE) para cotejar 5.173 actas con indicios de anomalías, 30% del total, un pedido inicial de la alianza.
Pero la alianza cambió de parecer y ahora pide una revisión del total de las actas. Según Zelaya, todo el sistema electoral “está contaminado” tras varias interrupciones para el ingreso de los datos de las actas por lo que considera necesario revisar la información de las 18.000 mesas de votación. David Matamoros, presidente del TSE, instó a la alianza opositora a formalizar por escrito la petición “para ver si se puede o no considerar” ese recuento.
En medio de esta situación de incertidumbre, miles de policías antidisturbios y preventivos alcanzaron este martes un acuerdo con el gobierno para volver a sus tareas, con la condición de no tener que reprimir a manifestantes. Un portavoz del movimiento policial, que no se identificó, dijo a periodistas que en la reunión con representantes del gobierno acordaron “que no nos manden a luchar contra el pueblo hondureño, porque la sangre la ponemos nosotros y nosotros también somos pueblo” .
Por su parte, las autoridades prometieron no tomar represalias contra los policías que se insubordinaron.
Los uniformados se habían acuartelado la noche del lunes mientras decenas de manifestantes golpeaban cacerolas frente a la sede policial para celebrar la decisión de los efectivos y demandar la salida del presidente Juan Orlando Hernández, quien se postuló a la reelección. El gobierno decretó el viernes el estado de sitio, con toque de queda nocturno, para controlar las protestas que dejaron tres muertos (una joven de 19 años y dos policías) y numerosos negocios saqueados, según informes oficiales.
Con el 100% de las actas escrutadas, Hernández, de 49 años, aparece al frente con 42,98% de los votos mientras que Nasralla obtenía 41,38%, de acuerdo al último reporte del TSE divulgado la noche de este martes. La Constitución de Honduras prohíbe la reelección presidencial, pero Hernández, del derechista Partido Nacional, pudo postularse a un segundo mandato gracias a un polémico fallo de la Corte Suprema.
Organismos internacionales que observaron las elecciones respaldaron el llamado a verificar esas actas cuestionadas. “El único camino posible” para superar la crisis es que se acoja el reclamo, sentenció el ex presidente boliviano Jorge Quiroga, jefe de observadores de la misión de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Estados Unidos dijo que sigue “muy de cerca” la turbulencia política en Honduras y pidió “una decisión transparente, imparcial y oportuna de los resultados de las elecciones” , según señaló en Washington la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert.
La proclamación del próximo presidente pueda llevar unos 22 días mientras se resuelven posibles impugnaciones, advirtió Matamoros. Zelaya denunció que las actas alteradas habrían sido ingresadas al sistema de cómputo después de una serie de interrupciones del sistema informático el pasado miércoles, una de las cuales se extendió por cinco horas.