Las hormigas de fuego, o coloradas, también fueron víctimas del huracán Harvey, en Texas, puesto que vieron sus colonias destruidas. Pero estos ingeniosos insectos tienen solución para todo, además de una gran experiencia en lo que refiere al trabajo en equipo.
Los habitantes de Houston, ciudad más poblada del estado de Texas, se atemorizaron al ver a estas peligrosas hormigas acumuladas, formando una especie de balsa o isla flotante con sus propios cuerpos.
Miles de estos insectos invasores navegaron en una increíble red resistente al agua por las calles, ríos y campos inundados de Houston y alrededores, en busca de un nuevo lugar donde instalarse y crear sus túneles y cámaras.
Según se informa se trata de un comportamiento normal tras las lluvias, para proteger a su reina. Sin embargo, no hay sacrificios en este acto, puesto que crean un sistema de bolsas de aire con sus cuerpos, gracias al cual pueden absorber el oxígeno desde la superficie.
Incluso si se las empuja hacia abajo, esta obra de arquitectura no rompe la superficie del agua. Por este motivo, grupos de científicos buscan estudiar este fenómeno y sus potenciales aplicaciones en la ingeniería.
Podrían sobrevivir semanas en este estado, sin una fuente externa de alimento. De hecho, durante este traslado se alimentan de sus crías (en forma de pupas).
Las hormigas de fuego o coloradas reciben este nombre por el tremendo ardor que provocan sus picaduras. Además, cuando uno de estos insectos pica, emite señales de feromonas a los demás para que también ataquen.
También llamadas hormigas coloradas por su color, son originarias de América del Sur, aunque también se las puede encontrar en Australia, Nueva Zelanda, China, Hong Kong, Taiwán y Filipinas. En Estados Unidos se colaron accidentalmente a principios del siglo XX.