Los cancilleres de los países miembros del Mercado Común del Sur (Mercosur) se reunirán este jueves en Mendoza, en la antesala de la cumbre presidencial del viernes, cuando Argentina realice el traspaso de la presidencia pro tempore a Brasil y se espera que el enfoque del encuentro sea claramente pro comercio y de apertura al mundo.
La reunión del Consejo Mercado Común (CMC), órgano de decisión política del Mercosur e integrado, además de los cancilleres, por los ministros de Economía de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, y presidentes de bancos centrales, se realiza por tercera vez en Mendoza.
Las deliberaciones, precedidas por reuniones de los coordinadores técnicos, se celebrarán en un hotel fuera de la zona céntrica de la ciudad, en medio de un fuerte dispositivo de seguridad. Los ministros de los cuatro socios fundadores del bloque prevén reunirse este jueves por la mañana para terminar de definir todas aquellas decisiones que serán puestas a consideración final de los presidentes el viernes.
Poco antes habrá un desayuno de trabajo de los ministros de Economía y de presidentes de bancos centrales.
Por la tarde del jueves está previsto que se sumen al diálogo representantes de los países asociados al Mercosur (Chile, Perú, Ecuador, Colombia, Surinam, Guayana y Bolivia, este último en proceso de adhesión como miembro pleno de la unión) y de México.
Venezuela, quinto miembro pleno del grupo, está vedada de participar como Estado parte luego que en diciembre pasado fuera suspendida por incumplir el plazo para incorporar a su legislación nacional todas las normativas del Mercosur, un requisito previsto en su protocolo de adhesión, que entró en vigencia en agosto de 2012.
No obstante, se espera que la severa crisis que atraviesa Venezuela sea uno de los grandes temas de la agenda política de la cita en Mendoza.
La crisis venezolana y la complejidad de la situación del país caribeño dentro del bloque suramericano han sido en parte responsables que el año pasado las cumbres semestrales del Mercosur fueran rebajadas a reuniones de los cancilleres, por lo que los presidentes de la unión no se reúnen desde la cita en Asunción de finales de 2015.
Pero fuera de este complicado asunto, la agenda de esta cumbre se perfila con un fuerte cariz comercial, promoción de negocios e inversiones.
En efecto la semana pasada, en un encuentro en Brasilia, los cancilleres de Argentina y Brasil –las dos mayores economías del bloque– coincidieron en que es necesario que el Mercosur elimine las trabas al comercio entre sus miembros y concrete el acuerdo con la Unión Europea (UE) que se negocia desde hace casi dos décadas.
La unión fundada en 1991 llega a esta cita tras un semestre en que Argentina, que ha estado en este período al frente la Presidencia rotativa del bloque, ha logrado imprimirle un renovado dinamismo a la agenda externa del Mercosur. En particular destacan las dos rondas de negociación con la UE, el compromiso de celebrar otra en octubre y un sinfín de muestras de respaldo político de alto nivel para llegar a un acuerdo a finales de este año.
Igualmente se continuará con el claro acercamiento entre Mercosur y la Alianza del Pacífico, integrado por Chile, Perú, Colombia y México.
Este semestre, bajo la titularidad de Argentina, el Mercosur ha celebrado además la primera ronda de negociación para un acuerdo de libre comercio con la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA: Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza) y tuvo reuniones de acercamiento con Japón, Corea del Sur, Canadá y el bloque CER (Closer Economic Relations, compuesto por Australia y Nueva Zelanda).