Con 28.479 casos anuales, equivalentes a 91.8 muertes por cada 100.000 habitantes, el país del presidente Nicolás Maduro se ubica apenas detrás de El Salvador. El tercer puesto ya a distancia mayor corresponde a Honduras, según el Observatorio Venezolano de la Violencia (OVV).
Los homicidios y otros delitos violentos han aumentado en Venezuela a lo largo de 2016 y la OVV atribuye ese hecho en parte a la crisis económica.
El Salvador es el lugar sin guerra más violento del mundo con una tasa de asesinatos de 103 por 100.000, mientras que Honduras registra 59 asesinatos por cada 100.000.
La procuradora general venezolana, Luisa Ortega Díaz, había colocado la tasa de homicidios del país en 58,1 por cada 100.000 habitantes, pero el líder de OVV, Roberto Briceño León, dijo que su organización había calculado sus cifras con fundamento en observatorios regionales, informes de prensa y datos primarios de funcionarios públicos, el sistema judicial y otras fuentes científicas.
Del total de muertes violentas, 18.230 fueron registradas por el sistema de justicia, de las cuales 4.968 fueron resultado de heridas de bala, registradas como investigaciones en curso, mientras que 5.281 se debieron a resistencia a la autoridad.
De cada 100 homicidios, apenas nueve concluyen en un arresto, sostiene la OVV. La organización también estima que Caracas es 14 veces más violenta que San Pabo en Brasil, 10 veces más que Bogotá y 15 veces más que Ciudad de México.
El informe de la OVV dice que hay hasta cuatro asesinatos cada semana en el país que involucran a más de tres víctimas. Añade que ha habido un fuerte aumento de los delitos relacionados con el hambre y la búsqueda de alimentos. Añade que la violencia se ha intensificado este año a través del uso de armas de alto calibre por parte de la policía y de los delincuentes.
Briceño atribuye este proceso a la destrucción de las instituciones y las reglas del juego, por el régimen de Maduro. El partidismo del sistema de justicia, sus intentos de controlar el poder legislativo y el bloqueo de los mecanismos electorales han creado tensiones, dijo.
Al mismo tiempo, se produjo un empobrecimiento generalizado de la sociedad, una falta de alimentos y servicios básicos deficientes, todo lo cual aumentó el malestar y la violencia en 2016.
Como resultado, dijo el OVV, hubo al menos 120 linchamientos, además de matanzas pagadas a razón de hasta cuatro por semana.
Briceño León dice que estos factores han creado una sensación de miedo que ha llevado a muchas personas a no dejar sus casas después del anochecer, mientras que los comerciantes a menudo cierran sus locales temprano para evitar robos o saqueos.
Al mismo tiempo, la violencia ha llevado a un número creciente de personas, muchos de ellos hijos o nietos de inmigrantes, a emigrar. Se dice que España, Colombia e Italia son los principales destinos.
La OVV añadió que este año también registró un aumento en el número de policías que renuncian debido a la victimización, a los bajos salarios y a la falta de protección, mientras que los criminales parecen disfrutar de una impunidad cada vez mayor.