Las autoridades rusas cerraron dos bancos este jueves, lo que lleva a 97 el número de entidades financieras demasiado frágiles o con prácticas dudosas liquidadas este año.
En comunicados separados, el banco central anunció haber retirado la licencia al Bank na Krasnykh Vorotakh, que se trata del 275º banco del país por activos entre cerca de 600. A éste se sumó el NKB (527°), porque no respetaba la legislación sobre el blanqueo de dinero.
Desde el 1 de enero de este año que finaliza, un total de 97 bancos han perdido su autorización de ejercer actividades, precisó el Banco de Rusia.
El banco central procede desde hace varios años a una limpieza entre los cientos de entidades heredadas de la instauración de la economía de mercado hace 25 años. El proceso, costoso por las indemnizaciones que hay que pagar a los depositantes, se aceleró desde la crisis monetaria de finales de 2014 y la consiguiente recesión.
En tres años han desaparecido casi 300 bancos.