El presidente del gobierno español en funciones, Mariano Rajoy, aseguró que no renunciará en ningún momento a intentar ser investido y evitar unas terceras elecciones en diciembre próximo por una razón puramente democrática y porque considera que los socialistas no pueden ni saben gobernar.
Pese a su determinación, el líder conservador, que ganó las últimas dos elecciones generales pero no le alcanzó para obtener una mayoría suficiente que le permita gobernar, no explicó cómo hará para convencer a la oposición de que apoye un nuevo mandato suyo.
Rajoy simplemente prometió que una vez que terminen las elecciones regionales en el País Vasco y en Galicia el próximo 25 de septiembre, volverá a contactarse con el líder del Partido Socialista español (PSOE), Pedro Sánchez, y le pedirá que cambie de actitud y no continúe oponiéndose a su investidura.
Los españoles acudieron a las urnas el 20 de diciembre de 2015 y volvieron a hacerlo el 26 de junio de este año. En los dos comicios, el Partido Popular (PP) liderado por Rajoy salió primero, pero no le alcanzó para conseguir los 176 diputados que necesita en el Parlamento para formar gobierno.
La última semana, el presidente de gobierno en funciones volvió a intentar aprobar su investidura en la Cámara con el apoyo de su aliado, el liberal Ciudadanos, pero igual se quedó corto y fracasó.
Me encuentro estupendo. Yo voy a defender el derecho a gobernar del PP y lo voy a hacer hasta el último momento, subrayó al tiempo que se mostró convencido de que ha hecho lo que tenía que hacer y lo que se le podía pedir al sumar el apoyo de 170 diputados, apenas seis menos de los que necesita.
Sin embargo, Rajoy podría tener aún más dificultades a finales de septiembre cuando intente volver a pedir apoyos a su investidura ya que su decisión de proponer al ex ministro de Industria José Manuel Soria como el nuevo director ejecutivo del Banco Mundial desató fuertes críticas entre sus únicos aliados, Ciudadanos.
El gobierno en funciones deberá dar explicaciones en el Congreso del nombramiento de Soria como candidato a director del Banco Mundial, advirtió el viernes pasado en su cuenta de Twitter el líder de Ciudadanos, Albert Rivera.
Pese a la afinidad liberal que comparte con el PP, Ciudadanos, con Rivera a la cabeza, hizo campaña con un discurso fuertemente anti corrupción, uno de los temas que más debilitó al gobierno de Rajoy y que marcó la salida de Soria del Ejecutivo.
Soria fue uno de los funcionarios del mundo que renunciaron luego su nombre apareció en el escándalo conocido como Panamá Papers. El entonces ministro no pudo explicar por qué no había declarado una empresa que había sido creada a su nombre en el paraíso fiscal de Jersey, una isla en el Canal de la Mancha que depende del Reino Unido.
Ajeno a las críticas de Rivera, Rajoy volvió a defender el nombramiento de Soria al frente del Banco Mundial y dijo que fue elegido por su perfil técnico y no por razones políticas. ¿Si un funcionario no puede ser funcionario, esto qué es?, argumentó el hombre que promete seguir dando pelea para dirigir el gobierno español por cuatro años más.