Ocho militares paraguayos fueron sorprendidos y ejecutados este sábado en un atentado con una bomba al paso de un camión de patrulla. El atentado se atribuye al grupo guerrillero Ejército del Pueblo Paraguayo, EPP, en Arroyito, unos 500 kilómetros al norte de la capital Asunción, según informó el ministro del Interior, Francisco de Vargas.
Este es un hecho punible gravísimo, colocaron explosivos en el camino donde debía transitar la patrulla de rutina. Por la forma de actuar creemos que se trata de un ataque del conocido grupo criminal EPP, precisó el secretario de Estado a periodistas.
Los detalles de la autopsia que se realiza a los cuerpos de los ocho militares muertos tras el ataque del EPP en Arroyito, Concepción, indican que todos fueron ejecutados con disparos en la cabeza. Fuentes oficiales confirmaron que ninguno murió con la bomba que explotó frente a la patrulla militar que realizaban en la mañana de este sábado en Núcleo 6, Arroyito, Concepción.
El informe preliminar da cuenta que todos fueron ejecutados. Seis de ellos murieron en el acto y dos aún vivían cuando fueron llevados al Hospital de Concepción, pero fallecieron en el camino.
Según dijeron fuentes del Interior, los criminales del EPP ejecutaron en la carrocería del camión a los militares que quedaron vivos. El chofer y el copiloto fueron ejecutados a dos o tres metros del camión. El resto, atontado por la explosión de unos 10 kilos de bomba, no entendían qué pasaba. Para hacer esto usaron un cable largo a jeringa, un dispositivo casero.
Los asesinos usaron balas calibre 7,62; 5,56 y 9mm. Los investigadores calculan que los criminales fueron ocho o nueve, por las pisadas que encontraron en el sitio. Todos huyeron a pie y se internaron en el monte.
Desde que inició sus operaciones en 2008, el EPP (marxista-leninista) se adjudicó más de medio centenar de víctimas, en su mayoría policías, militares y ganaderos, recordaron fuentes policiales. Los fallecidos pertenecen a la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) cuya base se encuentra en la localidad de Arroyito, en el departamento de Concepción, una rica región dedicada a la ganadería y donde habitualmente opera el EPP.
Según la policía, el EPP fue entrenado por la guerrilla FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) y cuenta con una veintena de militantes, quienes se identifican como anarco-comunistas y ambientalistas.
Investigaciones de la Fuerza de Tarea Conjunta señalan que el EPP administra unos tres millones de dólares, procedentes de secuestros y extorsiones (impuestos de guerra) pagadas por hacendados para evitar ser atacados.
En 2014, se desprendió del EPP el grupo denominado Asociación Campesina Armada (ACA), cuyos líderes terminaron por ser abatidos por las fuerzas del orden