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Rajoy intentará voto de investidura el 30 de agosto con apoyo de Ciudadanos

“Estamos en condiciones de acudir a la sesión de investidura” sostuvo el líder del PP, intentando sortear la ambigüedad en que se encuentra España

El jefe del gobierno español Mariano Rajoy, a dos meses de ganar las últimas elecciones y sin haber sumado aún los apoyos necesarios para superar la votación de su investidura, igualmente fijó para el 30 de agosto la primera sesión de votación.

 “Estamos en condiciones de acudir a la sesión de investidura” sostuvo el líder del PP, abandonando la ambigüedad e incertidumbre política en que se encuentra España desde diciembre pasado.

Tras el “entendimiento” alcanzado entre Rajoy y Albert Rivera de Ciudadanos y luego de una reunión formal con el candidato conservador, a quien el rey Felipe VI encargó formar gobierno, la presidenta del Congreso de los Diputados, Ana Pastor, anunció que la primera sesión del debate de investidura se celebrará el 30 de agosto.

Rajoy necesita mayoría absoluta, algo que no está al alcance de sus manos, pero 48 horas después -2 de septiembre- podría ser electo por mayoría simple.

El dirigente conservador apuntó que además del apoyo de Ciudadanos también intentará recabar el de Coalición Canaria, pero que incluso si “las negociaciones fuesen exitosas” -recordó- no contaría con suficiente apoyo para formar gobierno, por lo que le pedirá al socialista Pedro Sánchez “su apoyo o que plantee una alternativa”.

“De no ser así tendríamos que ir a unas nuevas elecciones, y los que bloquean tendrían más culpa que los que queremos construir”, advirtió.

Con el inicio del debate comenzará a correr el plazo de dos meses que tienen los partidos para elegir al presidente del gobierno y si los intentos fracasan las terceras elecciones consecutivas llegarán en plena Navidad, el 25 de diciembre.

Luego de más de una hora de reunión con Rajoy, Rivera fue el encargado de anunciar que se abría una vía de negociación que puede suponer un antes y un después en el camino de Rajoy para revalidar su cargo en La Moncloa.

En la víspera, Rajoy ya había recibido el aval de su partido para negociar con los liberales el apoyo a su investidura después de que Rivera planteó seis requisitos para sentarse a dialogar, pero no quiso adelantar que estaba dispuesto a aceptar estas condiciones, lo que provocó sorpresa e indignación tanto en Ciudadanos como en el resto de la oposición.

Si bien Rajoy no quiso pronunciarse tampoco este jueves sobre los planteamiento de Rivera, que exigió, entre otras cosas, una investigación sobre el famoso caso de la contabilidad B del PP, remarcó: “Cuando me comprometo a algo, lo cumplo”.