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Miles marchan en Santiago reclamando mejoras sindicales y en apoyo a estudiantes
Los estudiantes advirtieron una radicalización de sus protestas en busca de acelerar la marcha de una reforma educativa emprendida por el gobierno de Bachelet. 
“Nos sumamos a esta convocatoria entendiendo que junto con la Central Unitaria de Trabajadores tenemos los mismos enemigos”, afirmó José Corona 
“Este un llamado al mundo del trabajo para poner las demandas sobre la mesa”, dijo la presidenta de la CUT, Bárbara Figueroa Miles marcharon este martes en el centro de Santiago, convocados por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) en reclamo de mejoras sindicales y con el apoyo de estudiantes que anunciaron una radicalización de sus protestas.
La marcha por el centro de Santiago, la segunda en el año, reunió a unas 10.000 personas de acuerdo a la Policía y se desarrolló de manera pacífica, en un recorrido al que se sumaron estudiantes, que advirtieron una radicalización de sus protestas en busca de acelerar la marcha de una reforma educativa emprendida por el gobierno de Michelle Bachelet.
“Decidimos sumarnos a esta convocatoria entendiendo que junto con la Central Unitaria de Trabajadores tenemos los mismos enemigos”, afirmó el dirigente de los estudiantes secundarios, José Corona.
La marcha de la CUT fue convocada en el marco de un llamado a paro nacional al que sólo adhirieron algunos de sindicatos de empleados fiscales.
“Este un llamado al mundo del trabajo para poner las demandas sobre la mesa”, dijo la presidenta de la CUT, Bárbara Figueroa, cuya organización aspira a mejorar las condiciones de los trabajadores chilenos y la modificación de una reforma laboral recientemente sancionada por el Congreso.
La reforma era una larga aspiración de la CUT para modificar el código del trabajo heredado por la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), pero algunos puntos de la normativa fueron mermados por el Tribunal Constitucional tras un requerimiento de legisladores de la oposición derechista.
El gobierno vetó parcialmente la ley y ahora prepara una nueva normativa para cumplir con el propósito original de la ley de darle más poder a los sindicatos.
Además de defender el espíritu de la reforma laboral, la central obrera reclamó el cambio en el sistema privado de pensiones, mejoras en las condiciones laborales y que se agilice el proceso de reforma de la Constitución, que se concretaría en el próximo gobierno, para borrar definitivamente la herencia de la dictadura de Pinochet.
