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Gobierno de Temer teme que nuevas filtraciones puedan arrastrar a otros aliados políticos
Jucá dejó la cartera de Planificación a raíz de una conversación comprometedora grabada por su correligionario Sergio Machado. 
Los principales diarios informaron que para evitar una condena dura en la Justicia Machado acordó delatar a sus cómplices, y fue en ese contexto que grabó a Jucá 
Otros encumbrados “pemedebistas” grabados, incluirían al presidente del Senado, Renán Calheiros, pieza fundamental para el diseño de poder del nuevo gobierno. 
Machado llegó a un acuerdo de “delación premiada” con la Justicia que incluye una grabación con el ex presidente José Sarney, también del PMDB. En el Palacio del Planalto se teme que otro escándalo se desate en los próximos días con la divulgación de nuevas grabaciones de similar poder destructivo a la que el lunes causó la caída del poderoso ministro Romero Jucá, ahora ministro licenciado.
Jucá dejó la cartera de Planificación a raíz de una conversación comprometedora grabada por su correligionario Sergio Machado. Machado fue senador del Partido Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) y dirigió durante más de una década la empresa Transpetro, que integra el holding de Petrobras.
Los principales diarios informaron este martes que para evitar una condena dura en la Justicia Sergio Machado acordó delatar a sus cómplices, y fue en ese contexto que grabó a Jucá y a otros encumbrados miembros del PMDB, el partido del presidente Temer. Entre los encumbrados “pemedebistas” que fueron grabados estaría el presidente del Senado, Renán Calheiros, otra pieza fundamental para el diseño de poder del nuevo gobierno.
La eventual caída del senador Calheiros sería un golpe contundente contra el gobierno interino iniciado el 12 de mayo,tras la salida de Dilma Rousseff, que es objeto de un “impeachment”. De acuerdo a lo informado hoy Sergio Machado llegó a un acuerdo de “delación premiada” con la Justicia que incluye una grabación con el ex presidente José Sarney, también del PMDB.
La policía brasileña prosiguió este martes, por segundo día consecutivo, un operativo en torno al caso Lava Jato, la investigación que indaga la gigantesca trama de corrupción en la petrolera Petrobras. Cerca de 50 policías llevaron a cabo desde la mañana 28 mandatos de búsqueda y captura, dos de prisión preventiva y nueve de conducción coercitiva en los estados de Sao Paulo y Río de Janeiro.
De acuerdo con la policía, tres grupo de empresas están siendo investigadas por haber suscrito contratos ficticios de prestación de servicios que tenían como objetivo beneficiar a directivos del área de Servicios y Ingeniería y Abastecimiento de Petrobras.
Esta operación ha sido bautizada con el nombre de “Vicio”, en referencia a la “repetida y aparentemente dependiente” práctica de corrupción llevada a cabo por determinados funcionarios de la estatal y agentes políticos. Según medios locales, en el centro de esta nueva investigación también se encuentra José Dirceu, uno de los hombres más influyentes en la gestión de Lula da Silva, que la pasada semana fue condenado a 23 años de cárcel por el juez responsable de la investigación en la estatal Petrobras.
La trigésima fase de la Lava Jato se produce un día después de que saliera a la luz una grabación del ya ex ministro de Planificación Romero Juca, en la que sugería un pacto para frenar las investigación de Petrobras. La grabación convulsionó al nuevo Gobierno interino del presidente Michel Temer y puso contra las cuerdas a Juca, quien pidió separarse de su cargo hasta que la justicia se pronuncie al respecto.
Tras la filtración, la policía que investiga la corrupción en Petrobras insistió en que “nada” puede frenar la operación que desde hace dos años indaga la trama enquistada en la petrolera, por la que están siendo investigados medio centenar de parlamentarios.
