La cámara de Diputados de Brasil puso en marcha este jueves una comisión especial para analizar un pedido de juicio de destitución contra la presidenta Dilma Rousseff por supuesta manipulación de las cuentas públicas.
Ese cuerpo legislativo de 65 miembros deberá dar un parecer al plenario sobre la eventual apertura de un procedimiento de impeachment de la mandataria, acusada de haber aumentado gastos sin permiso del Congreso y de tapar agujeros del presupuesto con préstamos de bancos estatales en 2014, el año de su reelección, y a inicios de 2015.
Si el parecer es favorable al impeachment y es aprobado por las dos terceras partes de los diputados (342 de un total de 513), el caso pasa al Senado, que debe validarlo por mayoría simple. De lo contrario, la causa será archivada.
En caso de que el Senado dé cauce al juicio político, Rousseff será apartada de la presidencia por un plazo máximo de 180 días. La destitución ocurrirá si dos tercios de los senadores la aprueban (54 de un total de 81).
El procedimiento había sido lanzado en diciembre pasado por la oposición, pero fue frenada por la corte suprema, que finalmente definió las reglas el miércoles.
La instalación de la comisión se produce en el contexto político explosivo por el polémico nombramiento del ex presidente Lula da Silva como jefe de gabinete de Rousseff.