La máxima corte de justicia de Brasil levantó el secreto bancario y fiscal del presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, investigado por su supuesta implicación en el colosal escándalo de corrupción de la petrolera estatal Petrobras, confirmó el propio político.
El magistrado Teori Zavaski, del Supremo Tribunal Federal (STF), autorizó la suspensión del secreto bancario el pasado octubre tras un pedido de la Procuraduría General de la República (Fiscalía), pero la información solo trascendió ahora. También fue suspendido el sigilo bancario de la esposa y de la hija del político, así como el de empresas de la familia.
Cunha, quien enfrenta un juicio político en la Comisión de Ética de la Cámara, es uno de los cincuenta políticos investigados por la máxima corte del país en el marco del escándalo de corrupción en la mayor empresa de Brasil.
Con el levantamiento del secreto bancario, las autoridades quieren investigar si las cuentas que el político y su familia tienen en Suiza fueron utilizadas para desviar el dinero obtenido en la corrupción de Petrobras.
Cunha salió al paso de las informaciones; reiteró que jamás recibió cualquier ventaja indebida y acusó a la Fiscalía de llevar a cabo una investigación selectiva, que visa única y exclusivamente escoger a sus investigados.
El presidente destaca que no ve ningún problema con el levantamiento del secreto y siempre estará a disposición de la Justicia para prestar cualquier tipo de explicación, resaltó Cunha en un comunicado divulgado hoy por su asesoría de prensa.
El jefe de los Diputados lamentó la filtración selectiva de datos protegidos por secreto legal y fiscal que deberían estar bajo la guardia del órgano del Gobierno y criticó la actitud selectiva del ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo.
Cunha denunció que el ministro de Justicia nunca ordenó investigar el origen de las filtraciones contra él.
El presidente de la Cámara es integrante del oficialista Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), liderado por el vicepresidente del país, Michel Temer, pero como otros dirigentes de la formación ha pasado a engrosar de forma personal las filas de la oposición.
Tras declarar su enemistad con el Gobierno, Cunha aceptó el pasado diciembre iniciar a trámite un juicio político con miras a la destitución de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, que será reiniciado en febrero, cuando concluye el actual receso parlamentario.