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Nueva política de Estado para Malvinas

Miércoles, 16 de diciembre de 2015 - 20:34 UTC
Hoy, 16 de diciembre, se cumplen 50 años de la adopción de la Resolución 2065 (XX) por la Asamblea General., M. Kohen Hoy, 16 de diciembre, se cumplen 50 años de la adopción de la Resolución 2065 (XX) por la Asamblea General., M. Kohen
El 30 de abril de 2014, los legisladores Giustiniani (PS), Alfonsín (UCR), Pinedo (PRO) y A. Pérez (FR) propusieron volver a colocar el reclamo ante la Asamblea El 30 de abril de 2014, los legisladores Giustiniani (PS), Alfonsín (UCR), Pinedo (PRO) y A. Pérez (FR) propusieron volver a colocar el reclamo ante la Asamblea

Por Marcelo G. Kohen (*) - La llegada de un nuevo gobierno es siempre un momento oportuno para replantear una nueva estrategia en la cuestión Malvinas, en la que se deberán continuar ciertas políticas y modificar profundamente otras.

 Hoy, 16 de diciembre, se cumplen 50 años de la adopción de la Resolución 2065 (XX) por la Asamblea General. El 30 de abril de 2014, los legisladores Giustiniani (PS), Alfonsín (UCR), Pinedo (PRO) y A. Pérez (FR) escribieron sin éxito a la ex presidenta para volver a colocar el reclamo en el máximo órgano representativo de las Naciones Unidas, el mismo que decide las cuestiones sobre descolonización.

Tenemos los votos necesarios para su aprobación. No se capitalizaron los apoyos obtenidos en muchos foros regionales. Corresponde poner fin al “acuerdo de caballeros” para no llevar la cuestión a la Asamblea General celebrado por Menem con el gobierno británico y que éste último hizo público en el 2011 en un mensaje al Parlamento.

Es necesaria una política hacia los Isleños sin que ello signifique que se transformen en una pretendida “tercera parte” en la disputa de soberanía. Si el mandato constitucional es respetar su modo de vida y el de las Naciones Unidas el de tener en cuenta sus intereses, deben ser escuchados a estos fines. Una cosa son los nativos, verdaderos Isleños, y otra un “Gobernador” llegado de Londres o los habitantes llegados en las últimas décadas esencialmente de la metrópoli y que hoy constituyen la mayoría de la población.

Deberán promoverse puentes de toda naturaleza entre el continente argentino y las Islas, especialmente en el plano de las comunicaciones, del comercio y de la cultura. La política británica es desarrollar el contacto con Chile y Uruguay. Una política frontal hacia los habitantes sólo ayuda a la tesis británica, tanto como la que sería favorecer el contacto con nuestros vecinos si se impide el nuestro. Frente a la propaganda británica que escandalosamente atribuye a la Argentina una intención “colonialista”, es necesario avanzar en la elaboración colectiva de una propuesta concreta de solución del conflicto. Será también un útil importante frente a la negativa británica de negociar. Debería hacerse en el marco de una política de Estado en la que la responsabilidad sea colectiva. Su elaboración podría ser atribuida a una comisión compuesta por parlamentarios y personalidades académicas y diplomáticas.

Mientras el Reino Unido se niegue a discutir soberanía y avance en la explotación de recursos, es imposible permitir que vuelos charter vayan a Malvinas. Deberán mantenerse las medidas tendientes a combatir esta explotación indebida. Dado su alcance efectivo limitado, se impone definir una estrategia que incluya la utilización de todos los recursos disponibles en el plano internacional.

En política internacional también, lo cortés no quita lo valiente. Y viceversa.

(*) Marcelo G. Kohen es profesor de Derecho Internacional en el Graduate Institute de Ginebra.