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Debate presidencial sin mucha sustancia pero con entusiasmo y promesa de buena política

Lunes, 16 de noviembre de 2015 - 08:50 UTC
Macri abrió el fuego con fuerza que por momentos, descolocó a su adversario durante la primera fase del debate sobre economía Macri abrió el fuego con fuerza que por momentos, descolocó a su adversario durante la primera fase del debate sobre economía
Scioli tomó la revancha cuando preguntó cómo Macri podría enfrentar al narcotráfico si no ha podido con los “trapitos”, en las calles de Buenos Aires. Scioli tomó la revancha cuando preguntó cómo Macri podría enfrentar al narcotráfico si no ha podido con los “trapitos”, en las calles de Buenos Aires.
Antes de dejar el escenario, una despedida con sus respectivas esposas, Juliana Awada y Karina Rabolini Antes de dejar el escenario, una despedida con sus respectivas esposas, Juliana Awada y Karina Rabolini

A una sola semana de la segunda vuelta electoral en Argentina, el esperado debate entre los dos aspirantes a la Casa Rosada, el conservador Mauricio Macri y el oficialista Daniel Scioli, batió récords de audiencia y desató una fiebre en Facebook y Twitter en Argentina.

 En un hecho histórico para la política argentina los candidatos se enfrentaron durante 75 minutos en un debate estructurado, con intervenciones de un máximo de dos minutos, preguntas y respuestas de no más de un minuto y poco espacio para la improvisación.

Pero ciertamente un gran avance institucional después de años de presentaciones presidenciales monocordes y poblada de aplaudidores para resaltar su proximidad a Cristina Fernández.

La convocatoria abarrotó el auditorio de la facultad de Derecho de Buenos Aires, con capacidad para unas 500 personas, en su mayoría simpatizantes y miembros de los equipos de campaña de los candidatos.

Un minuto de silencio, en solidaridad con las víctimas de los recientes atentados de Francia, dieron paso a un cruce de acusaciones inusual entre los dos candidatos, viejos conocidos por su proximidad al mundo del deporte y su experiencia política, y habitualmente moderados en público.

Los respectivos jefes de campaña habían negociado cada tema a tratar y las intervenciones se establecieron por sondeo. Cuatro bloques principales, desarrollo económico y humano; educación e infancia; Seguridad y derechos humanos, y fortalecimiento democrático.

Para este último punto los moderadores sugirieron que el polémico tema del Memorando de Entendimiento con Irán, al igual que la disputa de soberanía en Malvinas fueran abordados por los candidatos. Pero ninguno de los dos hicieron siquiera mención tangencial a esas inquietudes.

Macri abrió el fuego con fuerza que por momentos, descolocó a su adversario durante la primera fase del debate, sobre economía, uno de los temas que más preocupan a los electores. Muy suelto en esta primera etapa, se dirigió varias veces a Scioli por su nombre de pila, Daniel.

En el segundo bloque un Scioli más recuperado contraatacó para ganar terreno. Su estrategia, asociar a Macri con el fantasma de la devaluación y el ajuste. La del conservador, ligar a Scioli con la herencia del gobierno de Cristina Fernández.

En medio del fuego cruzado, pocos compromisos y propuestas, y muchas preguntas sin respuesta por ambas partes.

En sus reflexiones finales, un llamamiento al electorado, con la vista puesta en los indecisos, entre un 7 y un 12%, según las encuestas.

Antes de dejar el escenario, una despedida con sus respectivas esposas, Juliana Awada y Karina Rabolini, también viejas conocidas por sus vínculos con el mundo de la moda, que se saludaron con un beso.

La convocatoria, transmitida por todas las cadenas de televisión locales, batió récords de audiencia, por encima de 50 puntos, más de 5 millones de espectadores, y desató una fiebre en Facebook y Twitter.

Más de 1,8 millones de comentarios en Twitter, donde los argentinos se volcaron en responder encuestas de último momento y expresar sus opiniones sobre el debate.

El saludo entre las esposas de los candidatos y el beso en los labios de Macri y Awada, antes de retirarse, provocaron cientos de comentarios en Twitter, que se calentó también con algunos de los cruces entre los presidenciables.

Uno de los dardos más comentados fue una de las cargas de Macri contra Scioli: ”En qué te han transformado, pareces un panelista de 6,7, 8 (programa afín al gobierno de la televisión pública argentina)“.

Scioli se tomó la revancha, al menos en las redes, cuando se preguntó cómo Macri podría enfrentar al narcotráfico si no ha podido con los ”trapitos“, los cuidadores ilegales de autos que se multiplican en las calles de Buenos Aires.

Los equipos de uno y otro candidato también jugaron en Twitter

”Siento que quedó muy claro que es @mauriciomacri quien representa el cambio y la esperanza“, escribió en su cuenta de Twitter la gobernadora electa de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal.

Para Horacio Rodríguez Larreta, que sucederá el 10 de diciembre a Macri en la alcaldía de Buenos Aires, el líder de Cambiemos ”aprovechó el debate para contarles nuestras propuestas“.

En el extremo opuesto, el secretario de Seguridad, Sergio Berni, aseguró que ”a Macri se le ha caído la careta y la gente así lo ha observado“.

”Querido hermano estamos muy orgullosos de vos. Llamados de todo el país valorando tu pasión, tu corazón y como defiendes a los argentinos”, señaló Pepe Scioli, hermano del candidato oficialista.

Prácticamente todos los sondeos de urgencia realizados durante la noche, bien telefónicos o a través de Twitter, dieron como ganador del debate a Macri, aventajado también en las encuestas de las últimas semanas, con un margen de entre 3 y 8 puntos.

La última palabra la tendrán los argentinos dentro de una semana, cuando, por primera vez, elijan a su presidente en segunda vuelta.

Categorías: Política, Argentina.