Brasil congelará la convocatoria del programa “Ciencia sin Fronteras”, que desde 2011 ha ofrecido becas en universidades extranjeras a 83.200 estudiantes, a causa de la crisis económica. Así lo señaló María Francisca Trujillo, asesora internacional del Ministerio de Educación de Brasil.
Trujillo participó en Asunción en un seminario sobre políticas lingüísticas del Mercosur, y dijo que el programa se va a detener “para garantizar las becas de los estudiantes que ya están en el exterior”.
Agregó que el Ministerio de Educación “va a esperar a que la economía se estabilice para retomar el plan”.
Según los bancos privados el PIB de Brasil se contraerá este año casi un 3%, una previsión que es compartida por el Fondo Monetario Internacional. Además de la contracción económica, Brasil enfrenta una inflación al alza y un aumento de la tasa de desempleo.
Trujillo también se refirió al cambio del ministro de Educación, Renato Janine, por Aloizio Mercadante, que se hizo efectivo el pasado 2 de octubre, e indicó que el Ministerio mantendrá en vigor el resto de programas del área.
“Los programas que teníamos establecidos van a continuar, se van a disminuir algunas áreas para priorizar otras, pero no vamos a dejar morir completamente los planes que ya teníamos”, expresó la experta.
Trujillo realizó estas declaraciones tras participar en la apertura del primer seminario de “Lenguas, Educación e Integración del Mercosur”, inaugurado esta semana en Asunción coincidiendo con la presidencia temporal del bloque que ostenta Paraguay hasta fines de año.
En ese contexto, Trujillo indicó que su país mantiene la “preocupación” de formar profesores en las universidades para atender la “creciente demanda” de docentes de español. Además, precisó que Brasil cuenta con más de 14.000 escuelas de frontera en las que los docentes “precisan ser bilingües en español y portugués” para atender las necesidades de los alumnos que proceden de los países limítrofes.
En estas áreas fronterizas también se concentran las llamadas “lenguas indígenas trasnacionales”, utilizadas por los pueblos originarios que habitan entre Brasil y sus países vecinos.
Trujillo afirmó que Brasil cuenta con más de 250 lenguas indígenas diferentes, que corresponden a los diferentes pueblos nativos, por lo que el país fue “demarcado en territorios etno-educacionales” para atender las necesidades específicas de los alumnos indígenas.
“En las escuelas de las naciones indígenas, el perfil de los alumnos, los materiales didácticos, el currículum escolar y las dinámicas educativas son diferentes de otras escuelas. Por eso es necesaria la formación específica de profesores para atender a estos pueblos”, aseguró Trujillo.
Una de las lenguas indígenas con presencia en las zonas fronterizas de Brasil es el guaraní, que en Paraguay es el idioma co-oficial junto con el español, y que está implantándose en universidades brasileñas, así como en otros países del Mercosur, como Argentina, cuya población en las provincias del norte es mayoritariamente de tribus aborígenes.