La alianza conservadora del primer ministro Pedro Passos Coelho, Portugal à Frente (PàF), ganó las elecciones parlamentarias en Portugal con el 41% de los votos, de acuerdo con el recuento del 90% de los sufragios, aunque no logró la mayoría absoluta.
Los comicios eran considerados una especie de plebiscito sobre la dura política de recortes de Passos. El economista, de 51 años, logró evitar que Portugal se convierta en una segunda Grecia, pero fue duramente criticado por sus ajustes y aumentos de impuestos.
Passos planea continuar con su política de recortes en 2016. Durante la campaña, advirtió acerca del caos en caso de que ganara la izquierda. En 2011, los conservadores habían obtenido algo más del 50% de los votos. Así y todo, el portavoz de PàF, Marco António Costa, describió el resultado como una gran victoria.
Por su parte, el Partido Socialista (PS) del líder opositor António Costa, que quería poner fin a los recortes, obtuvo el 32% de los votos. Los voceros del partido reconocieron que el resultado había sido menor del esperado.
En tanto, la CDU (una alianza de comunistas y verdes) y el Bloque de Izquierdas (BI), obtuvieron mejores resultados de los esperados.
Los socialistas y también los otros dos partidos de izquierda indicaron que no apoyarán a un gobierno conservador de minoría. Sin embargo, antes de las elecciones, tampoco se habló acerca de una coalición de gobierno de izquierda.
Portugal tuvo que recibir un rescate de 78.000 millones de Euros de la Unión Europea (UE) y del Fondo Monetario Internacional (FMI) en 2011 debido al colapso de sus finanzas. La política de ahorro seguida por Passos Coelho ha reducido el déficit público y la tasa de desempleo hasta el 12,4%.