El presidente uruguayo Tabaré Vázquez en su discurso este martes ante la Asamblea General de Naciones Unidas apeló a la salud pública como componente esencial de la soberanía de las naciones, un derecho de las personas y factor de desarrollo, a la vez que pidió voluntad política a todos los gobernantes para evitar que tribunales de organismos internacionales puedan priorizar aspectos comerciales a la defensa de un derecho humano como es la salud y la vida.
Vázquez se estaba refiriendo al litigio internacional con la Philip Morris, la cual ha hecho una demanda internacional millonaria contra Uruguay por aplicar el control del tabaquismo. Empero el presidente comenzó diciendo que no venía a hablar sobre Uruguay, sino más bien sobre problemas de la humanidad, el cambio climático, la crisis migratoria en Europa, pero enfatizando en su especialidad de oncólogo, el cuidado de las nuevas generaciones.
Si continuamos destruyendo el mundo las futuras generaciones no tienen donde vivir. Prevenir es rechazar todo tipo de discriminación para que no haya niños muertos en las playas del mundo porque no tienen donde vivir. Rechazar el terrorismo venga de donde venga. Prevenir es actuar con audacia y con sensatez en función de las generaciones venideras. No hay futuro sin presente y hay que actuar así, dijo Vázquez.
El presidente también hizo referencia a su profesión de médico y fue ovacionado cuando reclamó ética en el conflicto que Uruguay tiene con la tabacalera Philip Morris: Tengo claro que la salud pública es un componente esencial de las soberanía de las naciones. Un derecho de las personas y un factor de desarrollo de las sociedades. Enfrentamos una realidad preocupante a nivel de todo el planeta tierra.
Se estima que el cáncer cuesta anualmente en Latinoamérica unos 4.500 millones de dólares por conceptos de costos directos, consultas, internación, cuidados, pérdida de jornadas laborales y productividad. ¿Cuánto de este dinero podría ser evitado en aplicarlo en el tratamiento de estas enfermedades y destinarlos a políticas sociales para nuestros habitantes?, se preguntó Vázquez.
Puede resultar antipático pero es parte de una realidad incómoda que hay que afrontar. Para el 2030 un millón de latinoamericanos morirán anualmente de cáncer. El cáncer va a matar por año más personas que las que mató la Primera Guerra Mundial. Es una pandemia como nunca antes la humanidad conoció. La vida vale, no tiene precio. Para enfrentar la morbilidad del cáncer es imprescindible adoptar decisiones y posiciones políticas e instrumentar políticas sociales para impulsar hábitos saludables agregó.
Vázquez abogó por el control del consumo de alcohol, tabaco y drogas. Es posible controlar el mercado sin el pragmatismo proteccionista, respetando el derecho de las personas. La lucha contra el tabaquismo contra su vector, que no es un mosquito, es la industria tabacalera internacional que para redoblar sus ganancias no tiene ningún prurito de matar a sus propios clientes. Uruguay es líder en la instrumentación del control del acuerdo macro contra el tabaquismo. Ningún logro se puede hacer en soledad. Todo requiere la solidaridad de todos los gobiernos en todo el mundo dijo.
El mandatario uruguayo pidió voluntad política a todos los gobernantes. ”Más que un dilema ideológico es una cuestión ética. No es ético que en algunas circunstancias tribunales de organismos internacionales puedan priorizar aspectos comerciales a la defensa de un derecho humano como es la salud y la vida. Y esto es lo que está sufriendo Uruguay. Philip Morris ha hecho una demanda internacional contra Uruguay por aplicar el control del tabaquismo (...). Uruguay está enfrentando esta situación. Quizás porque somos un pequeño país. Quizás sea para que otros países del mundo no siga el camino que ha tomado Uruguay para darle más calidad de vida a la gente. Apelar a la ética en el siglo XXI puede resultar anacrónico. La realidad indica lo contrario. Basta asomarse a las noticias de la última semana, para darse cuenta que el mundo se parece demasiado a un manicomio administrado por sus propios pacientes. La humanidad no puede resignarse a lo terrible”.
Para concluir, Vázquez apoyó el levantamiento del bloqueo comercial de Estados Unidos a Cuba y abogó por una solución al conflicto entre Venezuela y Colombia.