La cifra de damnificados por el terremoto y posterior tsunami que golpearon el norte y centro de Chile superó este domingo los 6.400, mientras que los muertos alcanzaron a 13, cinco los desaparecidos y 14 heridos, informó el gobierno.
”Las Direcciones Regionales de ONEMI informan de 13 personas fallecidas y 14 heridas; 57 albergados; 6.485 damnificados” , indicó un informe entregado la noche del domingo por la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) , cuatro días después de ocurrida la tragedia.
La cifra de damnificados dobla la cantidad de afectados que había anunciado en las primeras horas del domingo Mouhamed Aloeuy, viceministro del Interior.
El terremoto de 8,3 grados Richter que sacudió Chile el miércoles por la noche ha dejado los mayores daños en la región de Coquimbo, a 260 km al norte de Santiago y donde se ubicó el epicentro. Militares y equipos de emergencia ayudan allí a los afectados y trabajan en la remoción de escombros.
“Estamos aplicando el mecanismo que aplicamos habitualmente en estos casos: nos centramos en la evacuación, en prestar las primeras ayudas, visitar los albergues y retirar los escombros y restablecer los servicios, que es la etapa en la que estamos ahora, además de hacer un catastro del área social y del área productiva” , explicó Aloeuy.
En tanto, 647 viviendas resultaron destruidas, mientras que 1.183 familias estaban sin suministro eléctrico y 2.400 sin agua potable, según Onemi. “Esperamos de aquí al viernes tener catastrada a toda la población que fue afectada”.
Equipos de rescate continúan la búsqueda de los desaparecidos y colaboraban en el traslado de los heridos.
El tsunami ocurrido minutos después del terremoto provocó la evacuación de un millón de personas que retornaron horas después a sus hogares, en un operativo que ha sido felicitado por la ONU, que también ponderó la resistencia de las edificaciones y la inversión que ha hecho Chile para enfrentar los desastres naturales.
El gobierno chileno, que aún no ha cuantificado el costo de los daños, aseguró que dispondrá de los recursos económicos necesarios para responder a las necesidades de la catástrofe.
Las autoridades adelantaron que el monto no se acercará a las pérdidas de 30.000 millones de dólares que provocó el sismo de 8,8 grados que azotó el centro de Chile en 2010 y que dejó más de 500 muertos.
La tragedia se produjo justo antes de un fin de semana largo producto de los festejos de fiestas patrias de Chile, cuyas celebraciones oficiales fueron acotadas por el gobierno ante la emergencia.