Paraguay considera que la integración debe abarcar lo económico y también lo que implica la conectividad, integración física, cultural, social y, sobre todo, energética. Así expuso el ministro de Relaciones Exteriores guaraní, Eladio Loizaga, en un seminario en Washington, EE.UU.
Loizaga hizo en Asunción los comentarios sobre su reciente participación en dicho evento internacional, que fue organizado por la Corporación Andina de Fomento (CAF) y la Organización de Estados Americanos (OEA), que trató sobre integración y perspectivas para América Latina.
El canciller en Washington habló de la necesidad de una integración real entre los pueblos, no solamente de palabras, sino que abarque desde el punto de vista económico y energético hasta la conectividad, la integración física y cultural.
También expuso acerca de la visión de Paraguay en los seis meses de su presidencia pro témpore del Mercosur, de los progresos en las negociaciones de dicho bloque con la Unión Europea y que llegarían a mayor avance a fines del mes de noviembre, explicó.
La postura de Paraguay también consistió en que la integración abarque un campo muy especial, hoy en día muy sensible por la necesidad que se tiene, que es la energía. Indicó que Paraguay está en una posición clara, pues es co-propietario de dos hidroeléctricas relevantes como Itaipú y Yacyretá.
“Creemos lógicamente que una integración en el sur es necesario de tal modo a que podamos ir desarrollando todas las potencialidades que se tienen en el marco industrial, especialmente en aquello que implique el uso de energía”, manifestó Loizaga.
En efecto Paraguay goza de una privilegiada posición en materia energética, ya que es copropietaria con Brasil de Itaipú, la represa que suministra el 25% del fluido eléctrico a ese país, y con Argentina de Yacyretá, también significativa en la provisión de energía al vecino del sur.
Empero con ambos países hay problemas: el precio que paga Brasil por el MW/hora, la supuesta deuda de la construcción del emprendimiento. Con Argentina también hay diferencias sobre el precio unitario, las deudas de construcción y en ambos casos, dichos países ponen obstáculos para que Paraguay negocie libremente su gigantesco porcentaje energético, ya que ambos son deficitarios en materia eléctrica, y absorben, en sus condiciones y términos, dichos excedentes. Intentos de vender energía paraguaya a Uruguay se han visto reiteradamente frustrados, muy a pesar del Mercosur y la 'solidaridad integracionista continental'.
Para el canciller paraguayo, la conclusión a la que se llegó en el citado seminario es que América Latina tiene que integrarse y mirar las asimetrías que se tienen. Apuntó que los países que de alguna u otra manera tienen un desarrollo económico menor deberían estar siempre en la agenda y buscar la posibilidad de que tengan un acceso más importante a los mercados en América Latina.
“Sobre todo, también hemos conversado sobre la necesidad de que las barreras no arancelarias o que se llaman obstáculos técnicos al comercio, tengan que ir siendo levantadas lo antes posible”, manifestó.