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“Corralito” chavista de billetes de alta denominación para combatir hiperinflación

Lunes, 10 de agosto de 2015 - 10:23 UTC
Desde este mes existe un “corralito silencioso” por el cual los bancos redujeron a la mitad la cantidad de dinero que sus clientes pueden extraer de sus cajeros Desde este mes existe un “corralito silencioso” por el cual los bancos redujeron a la mitad la cantidad de dinero que sus clientes pueden extraer de sus cajeros
La falta de billetes en los bancos (50 y 100 Bolívares) está generando un gran mercado negro de dinero en efectivo La falta de billetes en los bancos (50 y 100 Bolívares) está generando un gran mercado negro de dinero en efectivo

La hiperinflación que sufren los venezolanos obliga a estos a utilizar más billetes para realizar sus compras, pero por enésima vez el régimen chavista del presidente Nicolás Maduro decidió actuar a contramano de la situación y restringió la entrega de papel moneda a los bancos. El dólar o la 'lechuga' en el mercado paralelo en Venezuela se cotiza a 600 Bolívares y trepando.

 Por este motivo, y por más que la administración de Nicolás Maduro pretenda ocultarlo, desde principios de agosto existe en Venezuela un “corralito silencioso” por el cual las entidades bancarias redujeron a la mitad la cantidad de dinero que sus clientes pueden extraer de sus cajeros automáticos.

Además, estos retiros sólo pueden concretarse en billetes de baja denominación ya que el Palacio de Miraflores comenzó a restringir la circulación de billetes de mayor denominación (los de 50 y 100 bolívares) en las zonas de frontera, alegando que eran objeto de contrabando a Colombia. En esta zona fronteriza, más precisamente en los estados Zulia y Táchira, ya rige una medida similar desde 2014.

Esta falta de billetes en los bancos está generando un gran mercado negro de dinero en efectivo, que se suma a la creciente desinstitucionalización de la economía venezolana. En diversas ciudades venezolanas ya se transformó en algo habitual recurrir a establecimientos comerciales para obtener efectivo mediante compras ficticias a través de puntos de venta.

El fenómeno del “raspado” de tarjetas de crédito en el extranjero, para obtener dólares preferenciales mediante compras ficticias, comienza a verse ahora dentro del país. Los venezolanos también están “raspando” sus tarjetas de débito, a cambio de hasta el 10% del monto, para tener dinero efectivo en pueblos del interior, e incluso en Caracas.

El 10 de octubre de 2014, el Banco Central de Venezuela (BCV) abrió una licitación internacional para la fabricación de 2.500 millones de billetes. Sin embargo, el papel moneda venezolano, al contrario de lo que supone la mayoría de la población, no suele ser elaborado dentro del país sino que tradicionalmente el BCV cuenta con proveedores extranjeros que son reconocidas casas impresoras europeas, con altos estándares de calidad.

Por este motivo, desde la fecha en la que el Gobierno decide una emisión de billetes hasta que efectivamente son puestos en circulación, transcurren meses o años. En octubre de 2014, cuando la tasa de cambio en el mercado paralelo alcanzaba los 100 bolívares por dólar, el régimen chavista se opuso nuevamente a la emisión de billetes de una denominación mayor al billete de 100 bolívares.

Alegando razones de imagen política, la cúpula gubernamental rechazó la posibilidad de ordenar la emisión de billetes de 200 y 500 Bolívares, para las cuales incluso ya existían los respectivos diseños gráficos, según publica Diario de las Américas.

La devaluación de la moneda venezolana desde finales de 2014 hace que, calculado a la tasa de cambio del mercado paralelo a comienzos de agosto de 2015, se requieran más de 300 billetes de dos Bolívares para adquirir apenas un dólar.

Categorías: Economía, Política, Venezuela.