La tumba de Carlos Gardel en Buenos Aires fue lugar de concentración para los amantes del tango, el día en el que se cumplió el 80 aniversario de su muerte, ocurrida en un accidente aéreo en la ciudad colombiana de Medellín.
Desde primera hora de la mañana, admiradores visitaron el cementerio de la Chacarita en Buenos Aires que el miércoles se llenó de actos para recordar al más reconocido intérprete de tango.
Los homenajes se realizan bajo las más variadas formas, desde muestras fotográficas y charlas a la edición de un disco con versiones de sus temas clásicos.
Uno de los principales actos conmemorativos tuvo lugar en el lugar donde está enterrado el cantante y compositor, organizado por el Centro de Estudios Gardelianos.
Posteriormente, la Casa Museo Carlos Gardel, dependiente del Ministerio de Cultura porteño, presentó el disco “Morocho”, un homenaje a la figura de Gardel en el que músicos de la escena local versionan sus temas clásicos.
La colección de versiones lleva el tango más cerca del pop, en busca de una reinvención del género y del acercamiento de sus grandes obras al público más joven. Además de estos dos platos fuertes, Buenos Aires ofreció charlas, proyecciones fílmicas y exposiciones que recorren la vida de Gardel.
Desde el 17 de junio pasado, el Espacio Multiarte de la Sindicatura General argentina acoge una muestra especial dedicada al icono del tango, que consta de murales gigantes, material inédito del cantante y registros fotográficos del Archivo General de la Nación.
Además, fotografías, zapatos, cartas, sombreros y hasta un traje de Gardel se muestran estos días en una exhibición del Museo Histórico Nacional.
Gardel falleció el 24 de junio de 1935 en Medellín, Colombia, cuando el avión en el que se encontraba chocó con otro en el momento del despegue sobre la pista del aeropuerto.