MercoPress. South Atlantic News Agency
Venta de autos nuevos en Brasil se desploma un 18.2% respecto al año anterior
Alarico Assumpcao Jr., pte de Fenabrave, atribuyó la caída a menor actividad económica, inflación, tasas de interés y ”alto endeudamiento de las familias”. La venta de vehículos nuevos en Brasil durante los cinco primeros meses del año fue de 333.806 unidades, lo que representa una caída del 18,2% respecto al mismo período del año anterior, según datos divulgados por la Federación Nacional de Distribuidores de Vehículos Automotores (Fenabrave).
La comercialización de automóviles, utilitarios, camiones, autobuses y máquinas agrícolas, que la patronal mide por el total de placas expedidas por el departamento de tránsito, se redujo un 2,7% frente al pasado abril -cuando se vendieron 343.068 unidades-, y un 24,15% en comparación al mismo mes de 2014.
El presidente de Fenabrave, Alarico Assumpção Jr., atribuyó en un comunicado el mal rendimiento de la industria automotriz en lo que va del año a “la baja actividad económica, una subida en la inflación y las tasas de intereses”, así como al “alto endeudamiento de las familias” brasileñas.
El desplome de las ventas obligó a Fenabrave a modificar las previsiones para este año, cuando espera vender 2,38 millones de unidades, un 18,93% menos con respecto a 2014 (3,49 millones).
El sector automotor se encuentra en retroceso desde que el Gobierno suspendió los descuentos fiscales de estímulo que le concedía y, en los últimos meses, varios fabricantes de vehículos han despedido y concedido vacaciones a empleados en varias plantas para adecuar la producción a la caída de la demanda.
Una de las primeras en hacerlo fue General Motorss (GM) de Brasil, que en mayo concedió licencia remunerada a 467 de sus empleados en la fábrica de Sao Caetano do Sul y que el pasado viernes anunció que dará 15 días de vacaciones remuneradas a 1.700 trabajadores de la planta de São José dos Campos, también en Sao Paulo.
Volkswagen también otorgó vacaciones y licencias colectivas a 8.000 de los 13.000 empleados de su planta en la vecina Sao Bernardo do Campo, su mayor fábrica en Brasil, y suspendió temporalmente la producción en el cordón industrial de Sao Paulo.
A este escenario se suma una desaceleración de la economía brasileña, que el año pasado solo creció un 0,1% y puede sufrir una contracción de hasta el 1,2% en 2015, según recientes proyecciones oficiales y del mercado.
