Los peritos manipularon pruebas clave para la investigación de la muerte del fiscal argentino Alberto Nisman, según puede verse en una grabación oficial de la Policía Federal la noche en que fue hallado el cadáver, difundida el domingo por la noche en un programa de televisión investigativa. La fiscal a cargo del caso negó la contaminación de la escena.
Pero las imágenes muestran a un perito con guantes que retira parte de la sangre con un dedo para leer la identificación del arma y cómo con los mismos guantes ensangrentados contamina el cargador y las balas que extrae del mismo. El arma fue con la cual Nisman supuestamente se habría suicidado.
El mismo perito luego usó papel higiénico para limpiar la parte del arma correspondiente a la identificación, tras una orden de la fiscal encargada de la investigación, Viviana Fein, que aparece registrada en el vídeo. Los errores cometidos por el personal presente en la escena del crimen pueden ser fundamentales para entender por qué no se encontraron las huellas digitales del dueño de la pistola, Diego Lagomarsino, colaborador de Nisman que declaró haberle prestado el arma en la víspera de su muerte y haberle enseñado a usarla.
Por su parte, Fein defendió este lunes el trabajo realizado por los expertos y aseguró que “la escena del hecho no se contaminó, fue debidamente preservada”. En declaraciones a radio Vorterix, argumentó que la pistola Bersa calibre 22 tuvo que ser necesariamente manipulada: “No es limpiar el arma, es tratar de localizar la numeración del arma y su calibre con un elemento como era en ese momento el papel higiénico”.
“No se limpió con papel higiénico toda el arma. Acá simplemente se volcó el papel higiénico donde la Policía sabía que podía encontrar el tipo de calibre y numeración”, reiteró. Fein aseguró que es imprescindible identificar el arma y cuestionó: “Qué pasaría si esa arma no es individualizada debidamente y después no es peritada esa arma, sino otra. ¿Cómo podría determinar que es la misma arma?”.
La fiscala negó que el uso de papel higiénico impidiese la detección de posibles huellas dactilares previas, porque “la sangre borra las huellas”. Nisman, fiscal especial en la investigación por el atentado contra la mutualista judía AMIA en 1994, falleció el pasado 18 de enero, cuatro días después de denunciar a la presidenta argentina, Cristina Fernández, por presunto encubrimiento de terroristas.
Transcurridos más de cuatro meses, la investigación por su deceso permanece estancada y hay fuertes divergencias entre la investigación oficial y la encargada por la ex-mujer de Nisman y querellante en la causa, Sandra Arroyo Salgado.
Arroyo Salgado afirma que su ex-marido fue asesinado, pero la fiscal Fein mantiene abierta la puerta a un posible suicidio, al afirmar que no existen pruebas concluyentes para descartarlo. La Justicia argentina archivó la denuncia de Nisman contra Cristina Fernández por “inexistencia del delito”.