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Para Fukuyama los gobiernos populistas han debilitado al Estado

Miércoles, 25 de marzo de 2015 - 10:19 UTC
Antes la lucha por la democracia, por contener al Estado pero ahora los gobiernos deben proporcionar lo que la gente espera, según Fukuyama Antes la lucha por la democracia, por contener al Estado pero ahora los gobiernos deben proporcionar lo que la gente espera, según Fukuyama
En Chile como en otros países “el rápido crecimiento de una clase media bien educada y con acceso a medios sociales ha elevado drásticamente las expectativas” En Chile como en otros países “el rápido crecimiento de una clase media bien educada y con acceso a medios sociales ha elevado drásticamente las expectativas”

El politólogo estadounidense Francis Fukuyama, autor de “El fin de la Historia”, señaló que la legitimidad de los gobiernos depende en gran parte de su capacidad para satisfacer las crecientes demandas de los ciudadanos y de comprender que la agenda política ha cambiado.

 “La generación anterior estaba enfocada en una lucha por la democracia, por contener al Estado y hacerlo obedecer la ley, ahora la agenda ha cambiado a elevar la calidad de los gobiernos, para que proporcionen lo que la gente espera de ellos, sin corrupción, sin favoritismo”, subrayó en un seminario en la capital chilena.

Para este pensador de 62 años y origen japonés, “ese es un conjunto de reformas más difícil que lograr la democratización del Estado”.

Fukuyama, invitado por el Banco Santander en el seminario “Construyendo Confianza para el Desarrollo”, sostuvo que una advertencia para los gobiernos de todo el mundo, sean democráticos o no, es que si no cumplen las expectativas de la gente, de crecimiento económico e inclusión social, van a perder el apoyo.

“La legitimidad de los gobiernos, ya sean democráticos o no, depende en gran medida de su capacidad de entregar a la gente lo que ésta demanda”, planteó el autor del famoso ensayo “El fin de la Historia y el último hombre”, de 1992.

El politólogo indicó que los requerimientos de los ciudadanos son cada vez mayores, en América Latina especialmente por el surgimiento de las clases medias, que son “peligrosas porque son cambiantes y no están cautivas”, por lo que el Estado debe ir adaptándose no sólo en tamaño, sino en la calidad de los servicios que ofrece.

“La debilidad de los Estados y su incapacidad para distribuir imparcialmente los bienes y servicios públicos sin corrupción y clientelismo en un problema que afecta a varios países”, remarcó.

Advirtió también sobre los gobiernos “populistas”, que han corrompido muchas de las instituciones públicas y han dejado al Estado más débil de lo que era antes.

En el caso de Chile, pese a los últimos escándalos que han involucrado a la clase empresarial y política, opinó que los niveles de corrupción son significativamente distintos a los de otros países de Latinoamérica.

“No diría que en Chile las instituciones hayan fallado”, afirmó el pensador de origen japonés, para quien uno de los problemas de Chile, como de otros países en la región es que “el rápido crecimiento de una clase media bien educada y con acceso a medios sociales ha elevado drásticamente las expectativas que la gente tiene de sus autoridades”.

“En muchos casos (las autoridades) no han sido capaces de seguir el ritmo de esas demandas”, sentenció. “Las expectativas de la clase media están aumentando permanentemente, así que no es suficiente sólo castigar la corrupción”, afirmó.

Sobre la financiación de la política, Fukuyama planteó que debe haber límites al gasto de las campañas electorales y a la cantidad de dinero privado que puede usarse.