Un lunes principios de semana poco alentador para la economía de Brasil: analistas de la banca privada consultados por el Banco Central brasileño, aumentaron la previsión de inflación para 2015 que prevén termine en el 7,93% por encima de la previsión oficial del 6,5%, a la vez que se expande el pesimismo.
Según el Boletín Focus, elaborado con encuestas a un centenar de analistas del mercado y divulgado por la autoridad monetaria, la inflación terminará en el 7,93%, por encima del tope máximo del 6,5% oficial y del 7,77% que los economistas pronosticaban hace una semana. Para el avance de la tasa de inflación, los analistas consideraron que los llamados “precios administrados”, que son aquellos regulados por el Gobierno, como los combustibles y la energía, subirán este año un 12%. Hace una semana, la expectativa era de un 11,18%.
La previsión frente a los tipos de interés aplicados en el país es que la tasa básica llegue al 13% al final del año, después de estar en el 12,75% con el aumento de medio punto porcentual determinado a comienzos de este mes por el Banco Central con la justificación del control inflacionario. Sobre el crecimiento de la economía, los analistas apuntan a que 2015 tendrá una contracción del 0,78%, frente a un 0,66% previsto hace ocho días.
El dato del PIB de 2014 será anunciado oficialmente el próximo 27 de marzo y, según índices previos, se espera que pueda rondar en una caída próxima al 0,15%, lo que sería la primera contracción de la mayor economía de América Latina desde 2009. El cálculo para la deuda del sector público se mantuvo en el 38%, mientras que para el cambio comercial los analistas elevaron la previsión de 2,95 reales por dólar, que se tenía la semana pasada, para 3,06 reales previstos al final de año.