La preocupación gana los ámbitos médicos estadounidenses, como en una película de ciencia ficción: una “super-bacteria” , potencialmente mortal y resistente a los antibióticos, infectó a siete pacientes, dos de los cuales murieron.
De acuerdo a las fuentes médicas, existe el temor de que otras 160 personas podrían haber sido expuestas a la bacteria, a través de la contaminación de instrumentos médicos en ese centro de salud. Los riesgos son altos y se teme un desastre.
La bacteria resistente a los medicamentos, conocida como CRE (carbapenem-resistant enterobacteriaceae), fue transmitida a algunos pacientes de Los Angeles a través de instrumentos médicos contaminados durante procedimientos de endoscopía que se llevaron a cabo entre octubre de 2014 y enero de 2015, informó la Universidad de California (UCLA) a través de un comunicado.
La UCLA subrayó que esa bacteria pudo haber “sido un factor” en la muerte de dos pacientes.
La Universidad aclaró que los instrumentos médicos fueron esterilizados de acuerdo a las normas de los fabricantes, pero que ahora se está usando un proceso “que va más allá de esos estándares” usuales. Los médicos del Centro Ronald Reagan temen que en las próximas horas o días puedan emerger nuevos casos.
De acuerdo al Centro de Control y Prevención de las Enfermedades, el CRE puede provocar la muerte. Se trata de una bacteria, muy difícil de enfrentar, que puede causar infecciones en la vejiga o en los pulmones, y provocar tos, fiebre y escalofríos, indicaron los expertos.
El Centro de Prevención indicó que en el pasado se registraron casos en todos los Estados del país, excepto en Idaho, Alaska y Maine.
La UCLA informó que las infecciones pueden haberse transmitida a través de dos endoscopías y durante el tratamiento de problemas de páncreas y conductores biliares.
“Notificamos a todos los pacientes a los que debíamos realizarles este tipo de procedimiento, y que estábamos usando siete métodos diferentes”, dijo la vocera de la UCLA, Dale Tate.
“Sólo dos pacientes resultaron estar infectados; en un exceso de precaución, hemos notificado a todo el mundo”. Un brote similar se registró en 2012 en Seattle, cuando resultaron infectadas 32 personas.