La empresa de abastecimiento de agua de Sao Paulo, el estado más rico y poblado de Brasil, advirtió de la posibilidad de un racionamiento “drástico”, con suministro tan sólo dos días por semana, si sigue bajando el nivel de las represas.
“Para ganar más de lo que ya economizamos hoy, serían necesarios dos días con agua y cinco días sin agua”, admitió el director de la empresa Sabesp, Paulo Massato, en un acto público.
El racionamiento afectaría a toda la región metropolitana de Sao Paulo, la mayor ciudad de Brasil y una de las más afectadas por la grave sequía que castiga el sudeste del país desde el año pasado.
Massato aclaró que la medida será tomada sólo en un caso “extremo” y con la aprobación de los órganos reguladores.
“Si las lluvias insisten en no caer tendremos que hacer esa rotación (de racionamiento) de una forma muy pesada para tener la economía necesaria y no dejar que el nivel (de las represas) continúe cayendo como está”, resaltó.
El nivel de agua en el Sistema Cantareira, que abastece a 6,5 millones de personas (un tercio de la población de la región metropolitana de la capital regional), está en un 5,1 % de su capacidad, por lo que la empresa de abastecimiento está usando ahora el llamado “volumen muerto”, una reserva técnica que entró en funcionamiento en noviembre pasado después de agotarse la primera.
La bonificación por el ahorro del consumo y las multas por el desperdicio fueron algunas de las medidas adoptadas por el Gobierno regional, mientras que la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, incluyó el desvío de aguas del río Paraíba do Sul para los embalses de Cantareira en un amplio plan de inversiones en infraestructuras financiado por el Gobierno federal de Brasil.
“Nuestra ingeniería está corriendo contrarreloj. Estamos batiendo nuevos récords de bajas precipitaciones”, añadió Massato.
Las fuertes lluvias de verano en Sao Paulo, acompañadas muchas veces de granizo y rayos y que en lo que va del año han producido la caída de casi 1.000 árboles e inundado varios puntos de la ciudad, no han sido suficientes para elevar el nivel de los embalses.
Según estudios oficiales y académicos que tienen como referente las previsiones meteorológicas, el Sistema Cantareira puede secarse totalmente entre marzo y septiembre.
Para Massato, las autoridades pretenden acelerar las obras y “no usar” todavía la tercera y última cota del “volumen muerto” de ese sistema.
Igualmente para mantener los niveles de agua, la Sabesp redujo la presión del suministro de agua inicialmente en horarios nocturnos, pero esa restricción fue extendida ahora a horarios diurnos.
Ante los reclamos de la población por esas limitaciones, la empresa comenzó a informar anticipadamente los barrios que pasan por ese proceso.